* ¿Existe en México la libertad de expresión?

* Morena, sola en el 2018

 

Isaías Alanís

 

Una visión panorámica del fenómeno de la violencia contra periodistas en México, ha sido exponencial. No creo que en estas condiciones se haya tenido algo que celebrar el día de la libertad de expresión. México es uno de los países más peligrosos pare ejercer el periodismo comprometido; la lista de periodistas asesinados en México es colosal. Se matan periodistas, se violentan domicilios de diarios y comunicadores. Se roban equipo, se amenaza y hostiga. Son nombres, cifras: María Elizabeth Macías Castro, Carlos Alberto Guajardo Romero, Tamaulipas; Humberto Millán, Sinaloa; Yolanda Ordaz; Miguel Ángel López Velasco; Agustina Solano y Misael López Solano, Noel López Olguín, Veracruz; Luis Emmanuel Ruiz Carrillo, Marco Aurelio Martínez Tijerina, Nuevo León; Rodolfo Ochoa Moreno, Coahuila; Luis Carlos Santiago Orozco, Chihuahua; Valentín Valdez Espinosa, Michoacán; María Elvira Hernández Galeana; Juan Francisco Rodríguez Ríos; Evaristo Pacheco Solís y Jorge Ochoa Martínez; Guerrero; José Luis Romero, Sinaloa; Pablo Aurelio Ruelas, Sonora. La muerte de Filiberto Álvarez y Ricardo Monlui, Cecilio Pineda, en Guerrero; Maximino Rodríguez, en Baja California Sur; Miroslava Breach, en Chihuahua; Javier Valdez, en Sinaloa, y el atentado a Marcela de Jesús, es una prueba de que la libertad de expresión es indiferente ante la constante muerte de comunicadores.

Un realidad imposible de tapar con un dedo que preocupa a la sociedad mexicana y guerrerense, además de la protección a periodistas y comunicadores, es el de la violencia desatada palmo a palmo en el territorio nacional y estatal.

El domingo 4 de junio fue lamentable el asesinato del abogado Eduardo Catarino Dircio, representante de MORENA y de los abogados tixtlecos suscitado en medio de una balacera que también causó la muerte de un policía de las fuerzas especiales.

A Catarino Dircio lo ejecutaron frente a su esposa, hija y sobrino. ¿Acaso fue una ejecución por confusión y la policía de Guerrero ya trabaja en la investigación? Y la masacre de Cacahuatepec, ¿quién la ejecutó?

A raíz del atentado contra la indígena amusga Marcela de Jesús Natalia, Héctor Astudillo Flores, gobernador de Guerrero, en reunión con periodistas del estado expresó: ‘‘Mi gobierno no es su enemigo; los más interesados en que ustedes cumplan con su labor de manera puntual, correcta y que estén protegidos, es la de mi gobierno…”. En esa reunión nombró a Rigoberta Román Orea, fiscal especial en delitos contra periodistas. Esta medida es un paso para que los que hacemos periodismo podamos cumplir nuestro trabajo sin temor a ser violentados, como aconteció recientemente con Ezequiel Flores, corresponsal de Proceso.

En este escenario de fraude electoral, de elección de estado o como se le quiera llamar, y que los partidos contendientes en el Edomex y Coahuila no contaron con una estructura que pudiera evitar el fraude descomunal, y a que todos se echan la culpa de no ir en alianza, se suma que la democracia en México está sostenida por una telaraña, y como prueba la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el “documento Panorama social de América Latina 2016, señala que dos tercios de los activos físicos y financieros en México están en manos de 10 por ciento de las familias del país, y uno por ciento concentran más de un tercio”. Lo que nos da una lectura sin “letras chiquitas” de la magnitud de la desproporción del reparto de la riqueza en México y de las grandes concentraciones de pobres, menos pobres y los más pobres.

En el mismo documento se detalla: “en México entre 2003 y 2014, la economía creció a ritmo promedio anual de 2.6 por ciento, mientras que la riqueza lo hizo en promedio real anual de 7.9 por ciento en el mismo periodo, lo que significa que la riqueza en México se duplicó en dicha década”. ¿Y dónde está esa riqueza, en que se aplicó en México? Al contrario, por el efecto gasolina, gas, electricidad, inflación y ajustes económicos internos y externos, la capacidad adquisitiva de los mexicanos descendió hacia el abismo. El crecimiento económico cayó, mientras los grandes capitales elevaron sus activos exponencialmente.

La tétrada de esta ecuación de dos incógnitas es que los gobiernos han referenciado a los grandes capitales y no al pueblo mexicano, a la iniciativa privada extranjera como a consorcios nacionales, mientras estos incrementan sus ganancias, la familia mexicana apenas si recibe el 0.79 de esos capitales.

De ahí que violencia, corrupción, procesos antidemocráticos sucios y manos libres para convertir a los gobiernos locales, estatales y federales en una inversión privada, han empujado a los mexicanos a esta era de quebranto económico, político y de nación, que se refleja, no solo en las libertades sociales, en el quiebre de los preceptos constitucionales, también en la libertad de expresión, baluarte de toda nación que se precie de ser democrática y ciudadanizada.

DE REOJO

No fue una sorpresa, el presidente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, rechazó alianzas con los que llamo “partidos del régimen”, y decidió solo ir en alianza con el desdibujado PT. Los acusa de mantener acuerdos con EPN. ¿Es harakiri del líder de MORENA, por estrategia o auto de fe?

Se necesitaría un movimiento como el que los Flores Magón realizaron clandestinamente durante el régimen de Porfirio Díaz que hizo posible el levantamiento de Madero para trastocar las estructuras de este país. Se imagina AMLO que todos los partidos aliados estén contra MORENA, sin una base social, ciudadanizada y sin una estructura electoral en todo México, es suicida e irresponsable con la democracia. O es una medida para evitar la danza de la corrupción, como en San Luis Potosí, donde funcionarios de la ASE, con diputados del PRI, PRD, PVEM y el PAN, crearon una banda para extorsionar a los presidentes municipales con millonarias cantidades en caso de no comprobar los recursos asignados. Un caracol de corrupción imparable. Y más cercano al régimen, Emilio Lozoya Austin y la enorme corrupción como director de Pemex. ¿Bajo esta situación es que los argumentos de AMLO tienen su origen o es una simple charada magistral? Ya el PRD dio una posición, pide la alianza.