Rosario Hernández
Israel “V”, es uno de los 50 varones que asisten al taller gratuito de reeducación para agresores de violencia de pareja, que la Secretaría de Salud imparte en Chilpancingo.
En su entrevista, el joven de 29 años de edad, considera que la falta de control en su carácter y agresividad son los principales motivos por el que está a punto de divorciarse, pero asegura que quiere rescatar su matrimonio, por eso asiste a este taller que se desarrolla en el centros de salud más cercano a su hogar.
Y es que el programa pretende implementar procesos reeducativos de intervención directa con hombres que han ejercido violencia en contra de sus parejas, según explica el encargado del grupo, el psicólogo Luis Enrique Castro Nava.
El taller lo implementa en los centros de salud de San Miguelito los lunes; En Cramuc los martes; miércoles colonia del PRI; jueves centro de salud CNOP y los viernes en el de la San Rafael Norte.
Castro Nava admite que es difícil mantener el interés entre los hombres para que culminen el taller que dura seis meses, ya que en este tiempo se busca que el varón reconozca y detenga su violencia contra su pareja, hijos y su ámbito social.
Dijo que desde estos espacios a los varones se les ayuda a identificar los tipos de violencia a través del auto análisis y con base a ello, desarrollar habilidades y capacidades para evitar replicar la violencia, así como identificar y manejar el malestar emocional.
Además se busca se hagan grupos en la Fiscalía y otras dependencias para coordinar estos talleres que tienen el fin de disminuir los índices de violencia en la pareja.
Refirió que algunas temáticas en las sesiones son: La cultura machista, la violencia contra la mujer como un problema social, la violencia en mi familia de origen y actual, el ejercicio de la paternidad y la violencia contra hijas e hijos, entre otros.
Dijo que está dirigido a hombres que hayan ejercido violencia contra su pareja, así como los que se encuentren en crisis matrimonial y quienes de manera voluntaria acepten participar.
Por su parte, Israel afirmó que a casi la mitad del programa ha notado cambios en su vida que se han reflejado en un mejor trato con su pareja, hijos, pero además con su entorno de trabajo, quienes ahora lo identifican como menos “acelerado”.
-¿Cómo ha servido este taller a tu vida?
-Pues, son muchas cosas -ríe- mi problema es que exploto, y si me sigo enojando, pero ahora trato de respirar y poner en práctica lo que nos dicen aquí y ya ni me enojo, hasta me dicen que ya no ando todo acelerado, dijo Israel soltando la carcajada.
Castro Nava invitó a todos los hombres a involucrarse en este tipo de temáticas e ingresar al taller que se imparte de manera gratuita. (ANG)