* José Díaz, vocero de ‘Siempre Vivos’, dijo que unas dos mil personas abandonaron sus hogares en Ahuihuiyuca y Tepozcuautla, luego de que un grupo criminal los amenazó la semana pasada

 

CHILAPA.— Luego de que unos dos mil habitantes de tres comunidades de Chilapa huyeran por amenazas de la delincuencia organizada, entre el miércoles y jueves de la semana pasada, algunas familias que se resisten a dejar su patrimonio viven en total zozobra e indefensión.

En la comunidad de Ahuihuiyuco sólo quedó una familia y menos de 10 en Tepozcuautla, quienes ahora tratan de sobrevivir sin nadie a su alrededor, alertó José Díaz Navarro, vocero del Colectivo ‘Siempre Vivos’ de Chilapa.

El activista consideró que las familias que viven en esos poblados se encuentran en una situación de riesgo debido a las amenazas de un grupo delictivo en la zona.

Desde la noche del miércoles, decenas de familias de Ahuihuiyuco y Tepozcuautla abandonaron en vehículos o a pie sus viviendas, luego de hechos de violencia en la zona y las amenazas de un grupo criminal con respecto a matar a familias.

“En el recorrido que hicimos pudimos notar solamente una vivienda habitada en Ahuihuiyuco, y en Tepozcuatla eran menos de 10. Están solas y tienen el miedo de que los delincuentes que operen en el lugar cumplan con su amenaza”, indicó Díaz Navarro.

Sobre este desplazamiento masivo de personas, afirmó que ya había un antecedente desde hace dos años cuando civiles armados masacraron a la familia de Bernardo Carreto, entre ellos dos niños, quien fue perseguido por buscar a familiares desaparecidos.

Desde hace unos meses, el servicio de transporte público en Chilapa suspendió sus servicios hacia ambos poblados ante amenazas e incluso camionetas repartidoras de productos dejaron de asistir por constantes robos.

“Las autoridades ya sabían lo que estaba ocurriendo, en esa zona trabaja la banda delictiva de ‘Los Ardillos’ y nadie hizo nada por defender a los pobladores o detener a los delincuentes”, denunció.

Díaz Navarro dijo que en su recorrido se encontró con una familia que se iba de Ahuihuiyuco y aunque no tenían a dónde llegar, afirmaron que les urgía irse del lugar.

Añadió que una de las familias desplazadas detalló cómo ocurrieron los hechos que desataron el éxodo de los poblados.

La familia, que actualmente habita en Chilapa, relató que desde el inicio de la semana pasada habían recibido amenazas, pero que fue el miércoles por la noche cuando civiles armados irrumpieron en Ahuihuiyuco y quemaron una vivienda con un hombre en el interior.

“Días antes había venido el Ejército por la amenaza pero aun así estas personas atacaron y amenazaron con matar las familias”, dijo uno de los desplazados. (API)