Alondra García

 

Después de ser dados de baja por la Secretaría de Seguridad Pública estatal, debido a que realizaron un paro laboral entre el lunes y martes, 176 policías estatales acudieron ayer a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero para presentar una queja por lo que consideran un despido injustificado.

El ombudsman Ramón Navarrete Magdaleno y los visitadores Violeta Parra Reynada y Román Jaimes Contreras atendieron a los uniformados en las instalaciones de la institución y recibieron formalmente la queja.

En entrevista, Navarrete Magdaleno reconoció que ante el aumento de la violencia e inseguridad en el estado, los policías han tenido que incrementar sus jornadas laborales.

“La realidad que vivimos en el estado de Guerrero supera muchas veces las disposiciones legales”, admitió.

Señaló que debido a la violencia “ha cambiado el panorama laboral” para quienes están en el servicio público.

“Por un lado, la gente está pidiendo que haya más seguridad, las colonias piden patrullaje permanente, las universidades piden presencia policiaca en sus instalaciones, los empresarios piden seguridad en los perímetros de sus empresas, en el mercado. Es un choque de derechos, el derecho a la seguridad que tienen los ciudadanos y los derechos laborales que tienen los policías”, expuso.

Navarrete Magdaleno explicó que la Comisión a su cargo atenderá el asunto de los 176 policías despedidos en “una doble vía”.

Por un lado, se abrirá una mesa de diálogo entre los despedidos y las autoridades correspondientes, para tratar de llegar a acuerdos que permitan resolver el conflicto.

De manera paralela, se integrará un expediente a partir de la queja presentada por los policías y al término de la investigación, la institución emitirá una resolución.

“Esperamos que en una mesa de trabajo se puedan determinar los acuerdos que nos permitan sacar adelante la seguridad y abonar a los derechos laborales de los policías”, comentó.

El ombudsman consideró que el gobierno estatal sí abrirá la posibilidad de entablar una mesa de trabajo con los uniformados. “Siempre que hemos buscado el diálogo, lo hemos encontrado y tengo la confianza de que ésta no será la excepción”, expresó.