* El triángulo del voto y una ínsula “choricera”
* Rumorólogos en Guerrero
Isaías Alanís
Las elecciones del próximo domingo en Nayarit, Coahuila, Veracruz y Estado de México, representan el triángulo de la corrupción y una ínsula choricera.
Tanto los hermanos Moreira, en Coahuila; Duarte de Ochoa y su celebérrimo amigo, Miguel Ángel Yunes Linares, en Veracruz, y en la región nayarita, Roberto Sandoval Castañeda, quien goza de popularidad con su exfiscal Édgar Veytia, actualmente preso en Estados Unidos por narcotráfico.
En los cuatro estados donde habrá elecciones, estarán en juego 14 millones de votos.
En el Edomex y Coahuila, no ha habido alternancia en setenta años.
Los ojos están puesto en el Edomex, por ser el estado del hombre que está sentado a la diestra del señor en Los Pinos, sino porque estos comicios serán el laboratorio para el 2018. El mapa político es sintomático del carburante que atiza estos estados; tres son gobernados por el PRI. En Nayarit estarán en juego 20 alcaldías y 38 de Coahuila. En tres estados se juegan 34 diputaciones de mayoría relativa, 21 de representación proporcional y 197 regidurías.
En los cuatro estados hacen estallar cohetería artificial de triunfo entre los partidos contendientes, la intensidad del calor no se quita ni con lluvias de despensas, ataques mutuos en la red, movilización de la maquinaria de los partidos. Se espera un domingo de imponderables electivos. Todo puede pasar y nada puede pasar y quedar todo como está. Los ataques en la red entre contendientes son directos, se editan conversaciones, se exponen documentos oficiales o de plano se tiran lodo nada más por no quedarse atrás.
Es obvio que la elección en el Edomex es la que más expectativas causa entre opinadores, casas encuestadoras que hacen negocio redondo y una buena parte de los anti sistémicos que ven en un probable triunfo de Morena y un ejercicio hacia el cercano 2018, pese a que AMLO, le dio tribuna a un desconocido Zepeda al intercambiar palabras cargadas de falta de estrategia. El pez chico, Zepeda, se comió al pez grande, AMLO. La verdad no se sabe y se sabrá hasta el domingo próximo. Todo puede pasar o quedarse como está. ¿Habrá baja de votos para Morena, y en caso de triunfo se moverá la espiral de tricolor desde sus cimientos?
El que más reflectores atrae es el Edomex, comandado desde hace setenta años y pico por una clase política-empresarial que lo ha dejado en la pobreza y un desarrollo apuntado hacia ciertos sectores acaudalados de la demarcación.
El Estado de México tiene un 63% de pobreza. Las zonas conurbadas con la CdMx se encuentran abandonadas. Cuenta con el mayor número de feminicidios y ha sido gobernada desde la torre del Nevado de Toluca por políticos de pedigrí sanguíneo y consanguíneo.
Y por si fuera poco, es un bastión del voto. Y aún más, es el estado de actual presidente y cuyos hijos pródigos cogobiernan con EPN.
Desde hoy martes hasta la madrugada del domingo 4 de junio la movilización en los cuatro estados será de pronostico reservado, pero sin duda la joya de la corona es la tierra del presidente y porque el ADN mexiquense aspira a mantener el poder en el Edomex y conservar la Presidencia en el 2018.
La baraja está sobre la mesa, la candidata de Morena, Delfina, al igual que el del tricolor, del Mazo, llevan la delantera. ¿Quién ganará o para quién se inclinara la balanza del voto útil o del voto comprado? El desenlace de este drama que tiene sin dormir a cientos de políticos de todos los partidos, se definirá el 4 de junio. Ahí se va ver para donde van a jalar otros partidos y de que tamaño será el crecimiento de MORENA en el estado donde vio la luz EPN.
En el triángulo del voto y una ínsula choricera, se va a ver para donde apuntan las manecillas electorales del reloj que ya señala una hora y una fecha para el 2018.
RUMORES, RUMORES
En el estado de Guerrero las mineras han creado supuestamente su “autodefensa privada” en una de la zona de minas más ricas de Gurrero. Mil 500 pobladores de nueve comunidades del municipio de Eduardo Neri (Zumpango) y uno de Tepecoacuilco integraron su “policía comunitaria” para “frenar la delincuencia” organizada en los pueblos que circundan las minas “Los Filos”; “El Bermejal”, en Carrizalillo y Mezcala explotadas por la Gold Corp, y en El Limón cerca de Nuevo Balsas, y Los Guajes que explota la firma, Media Luna, Ambas de origen canadiense.
También persiste la batalla entre carteles, la muerte de cinco estudiantes de la UAGro y, por encima de todo eso, han gestado una campaña de desprestigio contra el gobernador de esa entidad, Héctor Astudillo Flores, a todas luces ilógica y con un alto contenido de explosivas cargas que pretenden astillar el equipo de Astudillo Flores y colocar a sus piezas rumbo al gran negocio que serán los comicios del 2018.
Y como que no está el horno para bollos, ni la temperatura política, pese a las lluvias tardías, no ha bajado de nivel, se ha recrudecido, por eso suena extraño este asedio microscópico contra el Ejecutivo guerrerense en momentos de crisis.
En las redes sociales, los mensajes sobre el posible relevo del mandatario son cápsulas de pólvora quemada, este mensaje debe brotar de la espiral de la galaxia tricolor y no del tuiter. Sería terrible para la entidad la llegada de un comisionado, si Michoacán no le abrió los ojos a la clase política, esta medida hace añicos la Constitución y el federalismo. No se entonces en que piensan.
La situación de Guerrero es muy complicada, es un problema de orden local, regional y continental, sobre todo con la América ubicada hacia el norte del Río bravo y el muro. Encontrar los caminos para la concordia podría ser la piedra angular de un movimiento verdadero hacia el desarrollo y la conciliación de los guerrerenses, eso es lo que falta.