* Así lo relató Sergio Ocampo, locutor de Radio UAG y corresponsal de “La Jornada”, quien demandó a las autoridades dar garantías al ejercicio periodístico

 

Redacción

 

De acuerdo con declaraciones de unos de los reporteros nacionales y extranjeros que fueron retenidos y asaltados por un grupo de hombres armados, el sábado pasado en Acapetlahuaya, el comando era liderado por un niño de unos 13 años de edad.

De acuerdo con Sergio Ocampo Arista, conductor de Radio UAG y corresponsal de La Jornada, cuando regresaban de Tierra Caliente después de cubrir los acontecimientos de violencia en esa región, el sábado, fueron interceptados por más de 100 hombres armados que impunemente instalaron un retén sobre una carretera federal, en medio de dos operativos del Ejército Mexicano.

El conocido comunicador narró que durante su recorrido por la carretera que comunica Iguala con Ciudad Altamirano, encontraron alrededor de 24 vehículos quemados, siendo el único grupo de reporteros que daban cobertura a la situación.

“Lo que se nos hizo extraño fue que estaba el retén de Ejército y como a 1 kilómetro estaban estos chavos (los sicarios). Nos han tocado muchos retenes, pero no como este que estaba conformado por puros chavos que estaban drogándose ahí”, relató.

Continuó: “Ellos nos andaban vigilando, caminamos desde la comunidad de Palos Altos hasta Santo Niño, aproximadamente dos horas, debido a que no había circulación por los bloqueos (en la carretera Iguala-Altamirano)”.

Luego indicó que los transportistas que atravesaron sus unidades en los retenes, fueron obligados, pues les advertían “o ponen sus combis o las quemamos”.

Admitió que el trabajo de los periodistas es muy riesgoso, pero no se puede dejar de hacer.

“Ya uno sabe lo que va a pasar, ya con otros compañeros hemos ido a comunidades abandonadas… nosotros como comunicadores ni modo que no vayamos; si no hubiera sido allá, hubiera sido aquí” la agresión.

Ocampo expresó que “Yo temía por los compañeros” reporteros de medios extranjeros, “porque aquellos tipos estaban muy agresivos”, recordó.

Consideró que “fue evidente que iban sobre el equipo, sobre la información”, lo que calificó como un ataque directo a la libertad de prensa y expresión.

Después hizo una petición al gobierno: “que haya seguridad para todos, no podemos ser un sector aparte, no hay condiciones para ejercer (su labor), se supone que estamos en un estado de derecho”.

Respecto al grupo de hombres armados que los interceptó, retuvo, amenazó y robó, dijo: “yo lo que vi es que no eran gente de por ahí, su fisonomía no era de la zona. El chavo que nos quitó las carteras tenía como 13 años”.

De este niño se supo que comandaba el retén de los sicarios, al parecer miembros del grupo criminal conocido como ‘La Familia Michoacana’, el mismo que un día antes habría ‘levantado’ y “encajuelado” a cuatro peritos de la Fiscalía del Estado, pero luego los dejó en libertad.

Se trata de una célula del crimen organizado encabezada por un niño que opera en los límites de la Región Norte y Tierra Caliente que es catalogada como la más peligrosa para las autoridades, misma que hasta antes de su muerte, la semana pasada en La Gavia, controlaba Ramiro Bahena Urieta, alias ‘El Güero Pelayo’, cuya muerte tampoco ha sido aclarada o confirmada por el gobierno, a pesar de que la fotografía de su cadáver fue divulgada en redes sociales. (API)