* De acuerdo con los comunicadores, esa situación pone en evidencia la “complicidad” entre grupos delictivos y las fuerzas armadas

 

Bernardo Torres

 

El gremio periodístico de Guerrero condenó la agresión y el asalto que sufrieron siete reporteros de diversos medios de comunicación, cuando éstos regresaban de una cobertura sobre la violencia registrada en la Tierra Caliente, y acusaron que existe “complicidad” entre los grupos criminales y las fuerzas armadas, porque el incidente ocurrió entre dos retenes del Ejército Mexicano.

En un evento realizado ayer en el zócalo que congregó a decenas de periodistas, dieron lectura a un posicionamiento en el que señalaron que los grupos criminales se mueven con total impunidad en esa región del estado y parece muy extraño que hayan actuado con total impunidad en un tramo carretero ubicado entre dos retenes instalados por el Ejército, por lo que consideraron que esto confirma la convivencia entre las fuerzas del orden y grupos del crimen organizado.

“Es grave además que ante esos acontecimientos, las autoridades federales y estatales no actuaron siguiendo un protocolo de búsqueda, localización y protección de los compañeros; por el contrario, generaron falsos rumores al informar que los compañeros venían en camino resguardados, lo cual no fue cierto; el traslado fue por su cuenta y llegaron solos a esta capital”, acusaron.

 

Los hechos se dan en un contexto de violencia

y agresiones constantes a los reporteros 

 

México se ubica entre los países donde ejercer esta labor es un grave riesgo para quien la ejerce; en Guerrero, basta recordar que en febrero del año pasado asesinaron en Taxco a Francisco Pacheco Beltrán y en marzo de este año, a Cecilio Pineda Birto, en Ciudad Altamirano. En ambos casos, las autoridades se comprometieron a resolver los crímenes y castigar a los responsables, lo cual no se ha cumplido.

Los comunicadores precisaron que “ratificamos nuestro compromiso con la libertad de expresión a pesar de las difíciles condiciones para realizar la tarea periodística; exigimos al presidente, Enrique Peña Nieto y al gobernador Héctor Astudillo Flores, que activen protocolos de seguridad para los siete compañeros ante las amenazas que recibieron por el grupo delincuencial”.

A las autoridades de los tres niveles de gobierno, demandaron que cumplan su obligación de garantizar la seguridad y el libre tránsito a todos los ciudadanos y que permita vivir en la normalidad, circular por las carreteras sin el temor de ser víctimas de los grupos criminales que mantienen como rehén a los guerrerenses.

“Exigimos garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho que tiene la sociedad a estar informada, a los organismos de derechos humanos, a la sociedad a estar alerta ante esos hechos que vulneran la libertad de expresión que está consagrada en los artículos séptimo y octavo de la constitución”, expusieron.

 

La agresión

 

El sábado pasado, Sergio Ocampo, Alejandro Ortiz, Jorge Martínez, Ángel Galeana, Jair Cabrera, Hans Musielik y Pablo Pérez García, acudieron a la convulsionada región de la Tierra Caliente para dar cobertura informativa sobre los bloqueos carreteros y cuando regresaban a esta capital, un kilómetro antes del retén militar y policial que se encuentra en el crucero a Acapetlahuaya, casi justo en límite entre esa región y la Norte, fueron detenidos por un centenar de hombres fuertemente armados.

Con total impunidad los despojaron de una camioneta, teléfonos celulares, cámaras fotográficas, cámaras de video, computadoras, dinero en efectivo e identificaciones oficiales y de prensa.

Después de la agresión, los sujetos armados los obligaron a subirse a una de las dos camionetas en las que viajaban, advirtiéndoles que si se quedaban otro rato los iban a quemar con todo y la unidad, además de que si denunciaban los hechos en el retén militar y policial, los matarían porque tenían “halcones” que vigilarían sus movimientos.

“Ante esos hechos que atentan contra la libertad de expresión y que pusieron en riesgo la integridad física de los siete compañeros, y por la ausencia de garantías para el desarrollo de su trabajo periodístico, los reporteros de Guerrero”, expresaron su “condena y rechazo a esos hechos lamentables”. (API)