Urge el Mando Mixto

Por Jesús Lépez Ochoa

Ante la crisis de violencia en el país, se impone retomar la necesidad del mando único o el mando mixto, ya que las policías municipales son el eslabón más débil pero a la vez el más importante por su carácter preventivo del delito.

El problema le pega a todos los gobiernos de todos los partidos. Si hablamos de asesinatos, el experto en temas de seguridad Alejandro Hope dio cuenta de que en Baja California Sur, que gobierna el panista Carlos Mendoza Davis, los asesinatos incrementaron en 911 por ciento en el primer trimestre del año.

En Veracruz con Miguel Ángel Yunes se duplicaron, en Puebla, otro estado gobernado por el PAN, también hubo un incremento; en Sinaloa donde el priísta Quirino Ordaz Copel asumió el gobierno en enero del presente año, también.

La incidencia general de delitos fue mucho mayor en el Estado de México con 22 mil 492 casos, o en la Ciudad de México que gobierna el PRD, donde se registraron de enero a marzo 16 mil 429, mientras que en Guerrero hubo en esos tres meses 9 mil 941 casos.

En un entorno en el que el reparto de culpas intenta confundir a la opinión pública mientras el problema crece, es importante subrayar las facultades de cada instancia.

Por ejemplo, la Fiscalía General del Estado de Guerrero a cargo de Xavier Olea Peláez, es la instancia investigadora y que persigue los delitos formalmente denunciados.

En ese sentido de diciembre de 2015 a marzo de 2017 se cumplieron mil 926 órdenes de aprehensión, se capturó a 103 presuntos secuestradores y 97 víctimas fueron liberadas.

¿Cuántos delitos no se habrían cometido si las policías municipales cumplieran con su labor preventiva?

Las policías municipales son las corporaciones con menor confianza ciudadana en todas las encuestas, y el propio gobierno federal las considera débiles, al grado que ha tenido que desplegar fuerzas militares para hacer el trabajo de éstas por todo el país.

Esto mientras algunos alcaldes se aferran a mantener el mando de policías no confiables y fuerzas políticas impiden que el mando mixto camine en la Cámara de Diputados.

Impulsar la implementación de una nueva policía ayudaría más que andar repartiendo culpas y exigiendo renuncias cuando se deben investigar casos que pudieron tal vez evitarse, si los delincuentes no tuvieran tan amplio margen de operación.

Bien harían los partidos políticos en concretar este tema, en construir soluciones, en vez de desgarrase las vestiduras y repartir culpas de las que ninguno se salva.

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