Héctor Contreras Organista
EL ARQUITECTO JAVIER RUIZ OCAMPO, nacido en Taxco, fue un estudiante inquieto quien junto con otros grandes amigos nuestros de esa hermosa ciudad como el licenciado Carlos Arce Villa, participaron como dirigentes estudiantiles en la Huelga del 60 en Chilpancingo que acabó con la criminal administración del gobernador Raúl Caballero Aburto y dio paso al nacimiento de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Periodista, inquieto investigador y dueño de un amor a su tierra, Ruiz Ocampo, al paso de los años se convirtió en Cronista de la ciudad de Taxco y años después, con ese cargo fue electo Presidente de los Cronistas de la República Mexicana por lo que el célebre y celebrado historiador cuenta con grandes créditos internacionales para acometer empresas como la más reciente que es la visita de Joaquín Lois Bello, uno de los mejores cuatro restauradores de órganos más importantes del mundo, aunque el propio personaje dice al respecto: “el mundo es muy grande”, y no acepta la calificación que su propio prestigio le tribuye.
Sin embargo, ya está en Taxco, en el templo de Santa Prisca, y lo dice con mucha propiedad: “es uno de los lugares de América que me interesaba conocer”.
Llegamos minutos antes que la comitiva de Ruiz Ocampo con la prensa local arribaran al lugar, aunque ya el sacerdote Oswaldo Gómez Sandoval nos había advertido lo que sucedería y tomamos la iniciativa de entrevistar, aunque fue muy breve el diálogo, al personaje que se encontraba en el lugar, confundido con la gente de Taxco y turistas que curioseaban y sorprendidos comenzamos a escuchar al órgano histórico al que le hacían pruebas para que su reparador lo escuchara desde nivel piso, en Santa Prisca, para más tarde subir a observarlo de cerca y determinar su posible reparación y que se vuelva a escuchar y a presumir como uno de los muy contados instrumentos hechos en México con nivel de alta calidad, de los pocos que aún se pueden escuchar en la franja del Continente Americano.
En una toma improvisada que oportunamente logró nuestra admirada artista Bersa Azabay a quien acompañamos a ese lugar para una entrevista con los compañeros de la prensa, hoy tenemos la oportunidad de escuchar, aunque sea en vía de prueba, un instrumento que a los guerrerenses nos debe llenar de orgullo, por su edad, por haber sido hecho en México y por su alta calidad.
¿Cuántos organistas de fama mundial, al paso del tiempo, habrán de disputarse el honor de ejecutar ese instrumento que data del siglo 18?
No lo sabemos, pero las generaciones nuevas y las que están por venir, podrán disfrutarlo a plenitud. Ese es el punto y la gratitud que se le debe otorgar a Javier Ruiz Ocampo, el Cronista de la ciudad de Taxco y más que eso, amigo, pero amigo de verdad.