¿Procuración de justicia acéfala?

 

Felpe Victoria

 

De cada diez burócratas estatales, ¿cuántos ven a Héctor Astudillo Flores como su mero jefe único y cuantos a otros personajes, porque los impusieron o recomendaron para tener chamba?

En la milicia es premisa que el mando no se debe compartir, aunque ciertas funciones deben delegarse por aptitud y jerarquías que se obtienen por riguroso escalafón, capacitación y experiencia. La disciplina y la obediencia es columna vertebral para que las cosas y misiones no fallen bajo férreos protocolos y procedimientos.

En la burocracia por desgracia no existe esa doctrina, sino que muchos hacen lo que quieren y no hay directrices que se cumplan.

Imaginemos una orquesta donde los virtuosos de los instrumentos no respeten el pautado, ritmo, cadencia y sincronización, ignorando lo que marca la batuta del director. Claro que sería un desastre la tonada desafinada.

En Guerrero, desde su fundación constitucional como estado libre y soberano en octubre de 1849, se hizo uso y costumbre tradicional el que los mandatarios difícilmente concluyeran sus periodos y a final de cuentas, el promedio de resistencia en el cargo anda por los dos años y meses.

Algunos personajes ejercieron el gobierno en más de una ocasión por diversas razones y por eso se repiten en la lista que les proporciono:

Juan Álvarez dos veces, de 1849 a 1850

Miguel García de 1850 a 1851

Juan Álvarez de nuevo dos veces entre 1851 y 1853

Tomás Moreno de 1853 a 1854

Ángel Pérez Palacios en 1854 y 1855

Marcial López Lazcano en 1855

Tomás Moreno de nuevo en 1855 y 1856

Miguel García otra vez de 1856 a 1857

Félix María Aburto, Manuel Parra, Onofre Arellano y José María Hernández en 1857

Vicente Jiménez de 1857 a 1861

Mariano Nava en 1861 y 1862

Anselmo Torija en 1862

Diego Álvarez de 1862 a 1869

Francisco O. Arce de 1869 a 1873

Diego Álvarez de nuevo de 1873 a 1876

Vicente Jiménez otra vez de 1876 a 1877

Rafael Cuellar de 1877 a 1881

Diego Álvarez una vez más de 1881 a 1885

Francisco O. Arce dos veces más entre 1885 y 1893

Manuel Parra en 1893

Mariano Ortiz de Montellano en 1893

Antonio Mercenario tres veces entre 1893 y 1901

Agustín Mora de 1901 a 1904

Carlos Guevara Alarcón en 1904

Manuel Guillén de 1904 a 1907

Silvano Saavedra en 1907

Damián Flores de 1907 a 1911

Silvano Saavedra otra vez 1911

Teófilo Escudero Sánchez en 1911

Francisco Figueroa Mata en 1911

José Inocente Lugo de 1911 a 1913

Manuel Zozaya de 1913 a 1914

Juan A Poloney en 1914

Antonio G. Olea en 1914

Jesús H. Salgado en 1914

Julián Blanco en 1915

Simón Díaz Estrada de 1915 a 1916

Silvestre G. Mariscal de 1916 a 1917

Julio Adams Adame  en 1917 y 1918

Francisco Figueroa Mata otra vez de 1918 a 1921

Rodolfo Neri Lacunza entre 1921 y 1925

Urbano Lavín en 1923 y 1924

Héctor F. López Mena de 1925 a 1928

Enrique Martínez en 1928

Adrián Castrejón Castrejón de 1928 a 1933

Gabriel R. Guevara de 1933 a 1935

José Inocente Lugo de nuevo entre 1935 y 1937

Alberto F. Berber entre 1937 y 1941

Carlos F. Carranco Cardoso en 1941

Gerardo R. Catalán Calvo de 1941 a 1945

Baltasar R. Leyva Mancilla de 1945 a 1951

Alejandro Gómez Maganda de 1951 a 1954

Darío L. Arrieta Mateos de 1954 a 1957

Raúl Caballero Aburto de 1957 a 1961

Arturo Martínez Adame de 1961 a 1963

Raymundo Abarca Alarcón de 1963 a 1969

Caritino Maldonado Pérez entre 1969 y 1971

Roberto Rodríguez Mercado en 1971

Israel Nogueda Otero de 1971 a 1975

Xavier Olea Muñoz en 1975

Rubén Figueroa Figueroa de 1975 a 1981

Alejandro Cervantes Delgado de 1981 a 1987

José Francisco Ruiz Massieu de 1987 al 1993

Rubén Figueroa Alcocer de 1993 a 1996

Ángel Aguirre Rivero de 1996 a 1999 (interino)

René Juárez Cisneros de 1999 a 2005

Zeferino Torreblanca Galindo de 2005 a 2011

Ángel Aguirre Rivero nuevamente a partir del 2011 y hasta octubre de 2014

Rogelio Salvador Ortega Martínez, interino y sustituto de 2014 a octubre de 2015

Héctor Antonio Astudillo Flores de octubre de 2015 a la fecha

Con ese antecedente, la mentalidad burocrática es de poco apego a la  probidad y como siempre temen el despido, aprovechan lo más que puedan el cargo, por mínimo que sea, pues hay que hacer ahorritos para cuando queden fuera del presupuesto y entonces las políticas de ética, transparencia y honestidad no les entran.

Por donde quiera se las ingenian para medrar o dan el mínimo esfuerzo por cumplir cabalmente con sus deberes; su deporte favorito es la grilla en cafeterías, calculando cuando y quienes harán tropezar al que está en el mando máximo.

Así las cosas, el talón de Aquiles de los gobernadores son las áreas de seguridad pública y procuración de justicia, donde no hay capacidad ni voluntad real de atender los problemas cuando ocurren y se les transforman en bolas de nieve rodando cuesta abajo, que terminan inevitablemente en alud.

La falta de idoneidad de los responsables de la procuración de justicia es la constante, como una acefalia endémica, no solamente en Guerrero.