* El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa dijo que sus declaraciones sobre nexos entre servidores públicos y grupos delictivos fueron “una patada en la espinilla” para los involucrados

 

Jesús Saavedra

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo estar dispuesto a ser un enlace con los grupos del crimen organizado para obtener información que lleve a encontrar a centenares de desaparecidos en Guerrero, tal como lo han propuesto varias organizaciones de familias que buscan a personas desaparecidas.
El jerarca católico encabezó en la Plaza Cívica de esta capital la homilía del Domingo de Ramos con el que se inicia la celebración de Semana Santa a la que asistieron centenares de feligreses católicos de esta capital.
Al concluir la misa, el obispo consideró que sus declaraciones de que hay una colusión entre autoridades y el crimen organizado han causado revuelo porque es “verdad” y eso representa una “patada en la espinilla” de quienes están inmiscuidos.
Sin embargo, Rangel Mendoza evitó abundar en sus declaraciones en ese sentido, porque recordó que tiene pactada una tregua con el gobierno para no seguir hablando del tema; “ya hablé que no iba a declarar más sobre ese asunto, porque les dolió, les pegué en la espinilla, entonces yo voy a respetar esta tregua”.

Añadió que en Guerrero “tenemos que buscar la paz, la concordia, el entendimiento, y con esas declaraciones, aunque se dijo la verdad, pero muchos políticos no están para aceptarlas”.
El prelado católico adelantó que a pesar de la crisis de seguridad que se vive en el estado, no se suspenderán, ni modificarán las celebraciones, al contrario, es una oportunidad de acercarnos más a Dios, en esta Semana Santa y todo se va a hacer con normalidad.
Consideró que la ciudadanía “se debe empoderar, porque entre más se encierre la gente, los ciudadanos, se le está dando libertad a estas personas, entonces mi exhortación es que vivamos todo con normalidad”.
Salvador Rangel admitió que los guerrerenses tienen un gran espíritu de lucha, ya que a pesar de la situación de violencia que se vive a diario, participa en las celebraciones y hoy abarrotaron las calles, la Plaza Cívica “Primer Congreso de Anáhuac” y las Iglesias.

Reveló que se reunió con el gobernador Héctor Astudillo Flores, con quien pactó una tregua después de haber señalado en varias ocasiones, que hay nexos de servidores públicos y otros actores de la política guerrerense con grupos de la delincuencia organizada.
“Hay tiempos en los que se debe callar, la bola de nieve estaba creciendo, los ánimos se estaban encrispando y yo lo que busco es paz, concordia, no pelearnos un grupo contra otro, porque yo no quiero tener enemigos, mucho menos como iglesia”, señaló.
Sin embargo, reiteró que sus declaraciones tocaron grandes verdades por las que atraviesa el sistema político, de corrupción e impunidad y desde luego la falta de oportunidades.
Respecto a la violencia y confrontación entre grupos criminales que no para, dijo: “son ojos ciegos que no quieren ver, oídos sordos que no quieren oír”.
En ese sentido, se refirió al llamado de organizaciones sociales y colectivos que lo instaron a utilizar su relación o acercamiento con los cabecillas de las células delictivas, para obtener información acerca de personas desaparecidas, y dijo estar en “toda” la disposición de ayudar.
Llamó a la comunidad católica a vivir la celebración de la Semana Santa en armonía y con la familia para preservar los valores sociales; “es un momento en que debemos fortalecer la fe y la de nuestras familias”, dijo.