* Se trata de Eliseo Flores y Martín Nario, cuyos restos fueron localizados por la Comverdad en Coyuca de Benítez hace dos años
ALONDRA GARCÍA
Los restos de dos combatientes de la guerrilla de Lucio Cabañas regresarán hoy a Guerrero, donde serán homenajeados y sepultados.
Se trata de Eliseo Flores Vázquez y Martín Nario Organiz, quienes murieron en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano el 8 de septiembre de 1974, hace 42 años.
Sus restos fueron localizados por la Comisión de la Verdad (Comverdad) en 2015, en un paraje cercano a la comunidad de El Posquelite, en la sierra de Coyuca de Benítez.
Tras su exhumación hace dos años, los restos de ambos guerrilleros estuvieron en la Ciudad de México, donde fueron sometidos a varias pruebas de ADN para corroborar su identidad.
Este tarde, los restos óseos regresarán a Guerrero, donde serán homenajeados y sepultados.
“Estos restos son una parte de la memoria histórica de Guerrero. Corresponden a una etapa de lucha social distinta, a una lucha armada que duró décadas debido a la cerrazón política”, comentó Nicomedes Fuentes García, ex comisionado de la Comverdad.
En entrevista, detalló que un sobreviviente informó de manera anónima a la Comverdad sobre un paraje en el que se había desarrollado un enfrentamiento armado entre guerrilleros y militares, en el que murieron dos combatientes civiles.
Este hombre los acercó a la comunidad y los comisionados pudieron entrevistarse con otros sobrevivientes, quienes confirmaron la historia y relataron que la balacera duró más de dos horas.
Uno de los sobrevivientes era comisario de la comunidad al momento en que ocurrieron los hechos. Otro de los entrevistados incluso participó en el entierro de los dos guerrilleros.
Los sobrevivientes estuvieron dispuestos a señalar el sitio en el que habían sepultado a los dos cuerpos, sin embargo, debido al paso de los años éste fue difícil de localizar.
“Fue complicado localizar dos metros cuadrados en una cadena de montañas. Nosotros usamos un aparatito de localización sencillo que conseguimos y como no dábamos con el sitio, buscábamos por donde nos señalaban y luego sonaba el aparatito y lo que localizábamos siempre eran esquirlas, fierro, restos de la balacera”, relató el comisionado de la Comverdad, Nicomedes Fuentes García.
Tras varias semanas, ubicaron los restos de un hombre. Lo llamaron G1 (Guerrillero 1), porque hasta ese momento no sabían de quién se trataba.
Un mes después localizaron la segunda osamenta, a la que nombraron G2 (Guerrillero 2).
Los restos fueron llevados a la Ciudad de México, donde permanecieron dos años debido a la dificultad para identificarlos. Gracias a las pruebas de ADN, se pudo conocer su historia.
Eliseo Flores Vázquez, G1, era originario de Alpuentla. Después, vivió en Ahuexotitlán, en el municipio de Chilapa de Álvarez.
Debido a la persecución política, su familia tuvo que abandonar su comunidad nativa. Vivieron en Acapulco, después en Chilapa y por último se establecieron en Chilpancingo, donde residen actualmente.
“Es una tragedia la historia de esta familia. Migraron, son población indígena, niños maltratados. Anduvieron deambulando y finalmente se establecieron aquí”, comentó Fuentes García.
Martín Nario Organiz, G2, era originario de San Andrés de la Cruz, municipio de Atoyac de Álvarez.
Con el hallazgo de sus restos, no sólo se le puso nombre a sus historias, sino también al lugar en el que fueron localizados. Ahora se llama cerro de las Clavellinas, debido a la abundancia de estos árboles.
Los restos de ambos combatientes llegarán a Chilpancingo el día de hoy, alrededor de las cuatro de la tarde, procedentes de la Ciudad de México.
Sus familiares, organizaciones sociales e instituciones defensoras de los derechos humanos les rendirán un homenaje en el teatro hundido de la Alameda.
Posteriormente, los restos de Eliseo Flores Vázquez, G1, serán inhumados en el panteón nuevo de Chilpancingo.
A las seis de la tarde, una comisión llevará los restos de Martín Nario Organiz, G2, al municipio de Atoyac de Álvarez, en la región Costa Grande, donde será recibido con un acto cívico y se proyectará el documental Guerrero: Memoria y Verdad.
Los restos de Nario Organiz serán velados durante la noche y finalmente será inhumado en el panteón Lomas del Sur, a las 9:00 de la mañana del viernes.
Hay muchos más
Nicomedes Fuentes García, excomisionado de la Comverdad, señaló que así como los cuerpos de los guerrilleros Eliseo Flores Vázquez y Martin Nario Organiz fueron enterrados y olvidados con el paso de los años, hay muchos casos más.
Aclaró que no sólo se trata de combatientes, sino de “muchas personas que fueron detenidas, asesinadas y desaparecidas por el Ejército, la Policía Judicial y demás cuerpos represivos” utilizados por el Estado.
Señaló que la Afadem tiene una relación de más de mil 300 personas desaparecidas a nivel nacional durante el periodo de la Guerra Sucia, de los cuales, 650 serían de Guerrero y al menos 450 del municipio de Atoyac.
De acuerdo con Fuentes García, el Ejército y los cuerpos policiacos llevaban “un control riguroso” de todas las personas detenidas y asesinadas, el cual, dice, “está bajo resguardo”.
“No existe la voluntad de las autoridades para proporcionar la información. La Comisión de la Verdad en su momento concluyó con una recomendación: que no se necesita siquiera hacer investigación, lo que se necesita es la voluntad política del Estado Mexicano para que digan en dónde están los desaparecidos”, sentenció el ex comisionado.
Lamentó que la Secretaría de la Defensa Nacional no haya permitido a la Comverdad tener acceso a la “documentación cerrada”, en la cual se habría develado la ubicación de los detenidos, asesinados y posteriormente desaparecidos por el Ejército.
La única información a la que tuvieron acceso, dijo, fueron 300 mil documentos pertenecientes al Archivo General de la Nación, el cual es público.
“Es muchísima información, incluso no hemos alcanzado a revisarla toda, pero los datos relevantes los tienen ellos. Ellos saben bien qué tienen ahí y dónde están. Sólo que antes, como ahora, no quieren decirlo”, recriminó.
Durante su periodo de investigación, la Comverdad pudo documentar 512 casos de violaciones a los derechos humanos durante la etapa de la guerrilla. Sin embargo, Nicomedes Fuentes García reconoce que no son los únicos.
Comentó que esta comisión especial investigadora también obtuvo pistas sobre el paradero de varias víctimas de ejecución extrajudicial, pero debido al tiempo límite de su mandato, no pudieron concluir las investigaciones.
“Estuvimos excavando en la comunidad de Las Trincheras, en un paraje cercano a El Quemado, buscando restos de personas por datos a los que tuvimos acceso, pero ahí la construcción de la carretera cambió el panorama. Es posible que hayan quedado montículos, rocas encima y es complicadísimo localizarlos. También estuvimos excavando en el ex cuartel militar y en otras comunidades, pero no pudimos dar con las víctimas porque nos hizo falta información”, detalló.
Nicomedes Fuentes reconoció que a pesar del paso de los años, “todavía se percibe el miedo en la gente”.
Aunque el mandato de la Comverdad ya concluyó, sus comisionados siguen trabajando por las víctimas sin el apoyo del Estado. El traslado de los restos óseos de los dos guerrilleros a Guerrero fue costeado por ellos.
“No podemos dejar el tema así. Cuando terminamos nuestro periodo hicimos un recorrido por la sierra y las víctimas nos decían: ‘¿Y ahora qué va a pasar?, ya terminó su vigencia, ¿se van a rajar?’, pero no, no nos rajamos. Aquí estamos”, sentenció Nicomedes Fuentes.