* Jesús Mendoza, párroco de El Treinta, advirtió que “el conformismo es pecado aunque no se le reconozca como tal”

 

Alondra García

 

El sacerdote católico, Jesús Mendoza Zaragoza, manifestó su enojo e indignación por el alza en los precios de la gasolina y la “indiferencia de los ciudadanos para frenar estos abusos”.

“Estoy muy enojado, por un lado tenemos los abusos del gobierno y por el otro, la indiferencia de la sociedad. Algo nos falta en este país, es muy complicada la situación”, expuso en entrevista con “El Sol de Chilpancingo”.

El párroco de la iglesia de El Treinta, advirtió que “el conformismo es pecado aunque no se le reconozca como tal”.

En el caso de la sociedad mexicana, dijo que su conformismo “va mezclado con el miedo, la rabia y la frustración”. Por ello, consideró que se trata de “una sociedad enferma que necesita curación”.

Mendoza reconoció que la Iglesia “no está a la altura de lo que se necesita”.

“Estamos muy callados y no empujamos los cambios que se requieren, preferimos la comodidad de la indiferencia”, lamentó el sacerdote.

De acuerdo con el párroco, “el gran remedio es el amor”, pues considera que necesitamos “amar a nuestro pueblo para que se levante de la desesperanza y que las personas puedan reconstruirse con el amor fraterno y la compasión”.

“Estoy enojado (con la situación de México), pero no vivo enojado, vivo esperanzado y haciendo mi parte con la gente de estos pueblos. Me encanta transmitirles esperanza y entusiasmo para soñar y cambiar tantas cosas. Esto contento porque Dios me tiene confianza y me ha puesto para acompañar a estos pueblos que aspiran a vivir con dignidad. Estoy me encanta, aunque es difícil”, expuso.