* Confirma hallazgo de cadáveres en una fosa clandestina, pero no su identidad, “las pruebas de ADN arrojarán resultados en un mínimo de cuatro días”, aseguró

 

Alondra García

 

El fiscal general del estado, Javier Olea Peláez, confirmó el hallazgo de una fosa clandestina en Acapulco con dos cuerpos humanos, los cuales debido al estado de descomposición no han podido ser identificados y permanecen en calidad de desconocidos.

Olea desmintió que se trate de Francisco Javier Ramírez García, trabajador administrativo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y del maestro César Urrutia Guerrero, quienes desaparecieron la noche del jueves 15 de diciembre.

“No hay nada, no puedo confirmar nada hasta que haya un reconocimiento. Esos cuerpos están irreconocibles”, comentó en entrevista con “El Sol de Chilpancingo”.

El fiscal informó que ya se están realizando pruebas de ADN a los familiares de los dos trabajadores universitarios desaparecidos, para comparar los resultados con los dos cuerpos encontrados en la fosa clandestina.

Indicó que las pruebas de ADN arrojarán resultados en un mínimo de cuatro días.

La fosa fue localizada en una brecha de tierra de la calle Antonia Nava de Catalán, en la colonia Alta Cuauhtémoc del puerto de Acapulco.