* Su dirigente Ramos Reyes informó que adelantarán el inicio de las vacaciones de diciembre porque la delincuencia organizada quiere arrebatarles su aguinaldo y quincenas al magisterio
Bernardo Torres
Maestros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero, salieron ayer a las calles en Acapulco y Chilpancingo para exigir a los tres niveles de gobierno que brinden seguridad en las escuelas, ante la ola de violencia que se vive en la entidad.
Cerca de mil docentes se reunieron a las 11:00 de la mañana en el monumento a Nicolás Bravo, al norte de la ciudad, donde iniciaron una marcha hacia el bulevar Vicente Guerrero.
Además de las demandas centrales de los cetegistas, entre ellos la derogación de la Reforma Educativa, la presentación con vida de los 43 desaparecidos y justicia para los maestros que han sido asesinados, esta vez el reclamo fue la exigencia de seguridad en las escuelas, para los alumnos y el magisterio.
Al igual que la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), el magisterio guerrerense declaró el inicio del periodo vacacional desde este viernes, al argumentar que se pondría en riesgo la integridad de los maestros en zonas como Tierra Caliente, Costa Grande y Acapulco, donde la violencia se ha acentuado.
Ramos Reyes Guerrero, secretario general de la CETEG, señaló que hay un temor generalizado en el magisterio de que la delincuencia organizada quiera arrebatarles sus quincenas y aguinaldos a los trabajadores de la educación, sobre todo en los municipios de la Tierra Caliente, donde varios maestros han sido secuestrados en este último año.
“Necesitamos urgentemente seguridad para todo el magisterio” guerrerense, aseguró el dirigente de la CETEG.
Durante el mitin afuera del palacio de gobierno, Reyes Guerrero manifestó que el pasado 7 de diciembre inició una nueva etapa de lucha del magisterio disidente, que consistirá en la recaudación de firmas para que se exija ante el Senado de la República la derogación de la Reforma Educativa.
La marcha de maestros avanzó por los carriles centrales de la Autopista del Sol e hicieron una pausa frente las instalaciones de la 35 Zona Militar, donde reclamaron la complicidad de las fuerzas armadas con la delincuencia organizada, y exigieron que el Ejército se retire de las calles, pues desde que fungen como policías se han incrementado las violaciones a los derechos humanos.
Después, frente al Congreso del Estado, hicieron un segundo parada, donde criticaron la omisión que ha habido por parte de los diputados frente a las estrategias de seguridad y se ha permitido la corrupción de los cuerpos de seguridad con los cárteles de la droga.
La última parada fue frente al palacio de gobierno, donde reclamaron la falta de sensibilidad de las autoridades ante la violencia que viven los guerrerenses, y la incapacidad para frenar los índices delictivos.
Hicieron un llamado a las autoridades y el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, para que reconozca que están rebasados por la violencia y hagan frente de una vez a los grupos delictivos responsables del derramamiento de sangre en la entidad.
Por su parte, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala hace 2 años 2 meses, exigieron al gobierno federal revelar ya el paradero de los jóvenes y no insistir en “la mentira histórica” de que fueron incinerados, que permitan que declaren los militares involucrados y que se acaten las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El mitin en palacio de gobierno concluyó sin incidentes, y posteriormente los docentes se dirigieron a retirar el campamento que mantenían en la Avenida Circunvalación desde el 15 de abril de 2015, luego de un año y siete meses de protesta, para exigir justicia por el caso Ayotzinapa. (Agencia Periodística de Investigación)