* Jan Jarad, representan de la oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos de esa organización, estuvo ayer en Chilapa para reunirse con familiares de personas desaparecidas por la delincuencia
* Advirtió que el gobierno estatal reconoce que hay 400 desapariciones en el estado, en 3 años, pero no da respuesta al problema debido a la falta de recursos, mientras que la PGR se desentiende del asunto
Alondra García
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresaron su preocupación por la inseguridad, violencia, impunidad, violaciones a los derechos humanos, falta de acceso a la justicia, desplazamiento forzado interno, desaparición de personas y alta cifra de homicidios que se registran en Guerrero.
La tarde de ayer, el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Jan Jarad, y el primer visitador general de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, concluyeron una misión conjunta de dos días en nuestro estado.
Ambos funcionarios finalizaron su estancia en Guerrero con una visita al municipio de Chilapa, donde se reunieron con familiares de al menos 100 personas desaparecidas por la delincuencia organizada.
Al término de la reunión, que se desarrolló a puerta cerrada, ambos ofrecieron una conferencia de prensa en la que manifestaron su preocupación por la situación “dramática” que enfrenta Guerrero en materia de desaparición de personas, homicidios e impunidad.
Jan Jarad puntualizó que de enero de 2013 a la fecha actual desaparecieron 419 personas en el estado y 150 más fueron asesinadas en el municipio de Chilapa, de acuerdo con un informe estadístico que el gobierno estatal entregó a la ONU y a la CNDH.
El mismo informe indica que del 1 de octubre de 2015 al 30 de noviembre de 2016 se cometieron 2 mil 428 homicidios dolosos en Guerrero.
“Es muy preocupante”, advirtió Jan Jarad, quien incluso calificó la situación de violencia e inseguridad que enfrenta Guerrero como “un problema dramático”.
El representante de la oficina del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos consideró de manera positiva el informe del gobierno estatal, porque representa que la autoridad “sí reconoce la gravedad del problema”, aunque advirtió que no existe “una respuesta adecuada” para atender la crisis de inseguridad.
Uno de los puntos más críticos, dijo, es que la Fiscalía General del Estado sólo dispone de cinco ministerios públicos para atender la Unidad de Desapariciones, en un estado que tiene una estadística de más de 400 desapariciones en apenas tres años.
“Y a eso hay que añadir las muchas desapariciones de los años anteriores (a 2013), que también se quedaron sin ser esclarecidas. Entonces hay un problema muy dramático con la impunidad”, sentenció.
Jan Jarad lamentó que “las tragedias de las víctimas” de homicidio y desapariciones sólo reciban “negativas” de las autoridades debido a la falta de personal e infraestructura para dar cobertura a la magnitud del problema.
“Nuestra oficina siempre hace hincapié en la búsqueda con vida (de los desaparecidos) y estamos convencidos que tanto las autoridades federales como las estatales necesitan hacer muchos más esfuerzos para que se esclarezca el paradero de las personas desaparecidas en el estado de Guerrero y específicamente en Chilapa”, expuso.
Por su parte, el primer visitador general de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, puntualizó los cuatro objetivos principales de la misión conjunta con la ONU en el estado de Guerrero.
El primer objetivo, dijo, es unir los esfuerzos de ambas instituciones para atender a las víctimas de violaciones a derechos humanos, principalmente a las familias de las personas desaparecidas en el contexto de violencia que prevalece en la entidad.
El segundo objetivo, indicó, es “conocer de viva voz de las víctimas sus legítimas demandas”, así como sus inconformidades contra las instancias encargadas de la procuración de justicia por la dilación en las investigaciones y como consecuencia de ello, la falta de esclarecimiento de los casos.
El tercer objetivo fue reunirse con las autoridades competentes para manifestarles “la preocupación de ambas instancias por las condiciones de inseguridad, violencia e impunidad”
El cuarto objetivo de la misión conjunta ONU-CNDH, dijo, fue expresar la solidaridad de ambas instituciones a los familiares de las víctimas
Eslava Pérez también señaló que la Unidad de Desaparecidos de la Fiscalía General del Estado opera “con precariedad” de recursos, porque no cuenta con “una infraestructura mínima”, particularmente en lo que refiere a personal ministerial y pericial.
Jan Jarad destacó que la estadística de 400 personas desaparecidas en los últimos tres años en el estado está incompleta, porque no todos los casos son denunciados ante las autoridades debido a las amenazas del crimen organizado.
También lamentó que la Procuraduría General de la República se niegue a atraer estos casos, a pesar que la desaparición de personas es cometida, en su mayoría, por la delincuencia organizada, un tema que compete a la autoridad federal.
Jan Jarad comentó que la ONU tiene la encomienda de regresar a Guerrero dentro de un año y que esperan encontrarse con “éxitos, logros, casos resueltos y los perpetradores debidamente procesados”.
“No queremos regresar en un año y saber que no hubo suficientes recursos para mejorar la situación, para investigar (los casos de desapariciones). Es un derecho que las familias sepan lo que ocurrió con sus seres queridos, si están vivos o muertos, porque es posible que estén vivos y que el crimen organizado se los llevara a los lugares controlados por la delincuencia. Hay que buscarlos, investigar los casos y procesar a los perpetradores”, sentenció.
También presentó las tres conclusiones a las que llegaron la ONU y la CNDH al concluir la misión conjunta de dos días en Guerrero.
Informó que ambas instituciones van a “continuar, apoyar y acompañar” a las familias de las víctimas y a las organizaciones de los derechos humanos que las acompañan; asimismo, brindarán “cooperación técnica” a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de Guerrero, para “juntar sus esfuerzos y superar esta situación”.
Además, dijo, la ONU y la CNDH continuarán en diálogo con el presidente Enrique Peña Nieto y con el gobernador Héctor Astudillo Flores para “lograr una cooperación y una sinergia entre los gobiernos federal y estatal”.
Detalló que el objetivo es que la Federación apoye a Guerrero principalmente en temas como procuración de justicia y para ello, indicó, buscarán el apoyo de la PGR y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
“Hay una necesidad de atender la situación en el estado de Guerrero de manera integral, a fin de que las soluciones que se propongan en materia de seguridad también atiendan el problema de acceso a la justicia. Para reducir los niveles de violencia debe ponerse fin a la impunidad”, concluyó Jan Jarad.