* Numeralia de la corrupción
* El regreso de Aguirre Rivero
(Primera Parte)
Isaías Alanís
Reunir en un mapa didáctico las piezas del rompecabezas donde se coloquen los nombres de los ex presidentes, secretarios, gobernadores, líderes sindicales, empresarios, presidentes municipales que en tres meses dejan la pobreza y se convierten en millonarios, violentando la ley, el erario del país, de estados y municipios, es una lista inmensa.
La complicidad del Estado les es fiel, tienen impunidad a sabiendas de que son delincuentes agarrados infraganti.
Las piezas son de variopinto linaje: tricolores, azules, amarillos, verdes y colados.
La madeja hecha cocas es por demás fácil de desenredar, el problema es que la complicidad del Estado de proteger a sus prohombres y mujeres, es mágica, no les hacen nada. Es más, les ayudan a escapar.
Salinas de Gortari fue uno de los casos emblemáticos. Huyó del país y de pronto, sin temblor o con él, el dueño de Solidaridad, que soñaba con crear una republica unipersonal y tiránica, al cabo de unos años se le otorga el perdón y regresa a México. Años más tarde, millones de dólares le fueron devueltos a su hermano Raúl Salinas incluyendo intereses, y perdonándolo de enriquecimiento ilícito.
Ni si quiera le birlaron unos dólares para pagar la cuenta en Las Vegas. Llegó, gobernó, robó, se fue y regresó con gloria, sin pena y con un cinismo estremecedor.
Intentar ordenar el rompecabezas de la corrupción en México es una tarea simple y complicada. Porque los órganos de procuración de justicia los ayudan. De nada han servido los ensayos con la creación de una especie de fiscalía contra la corrupción, cuando ésta viene desde la Presidencia.
El caso de Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, es un referente increíble, no frenaron su administración con alta toxicidad de corrupción familiar y allegados. De asesinatos de periodistas, secuestros de jóvenes y Veracruz convertido en una isla de corrupción protegida. Le facilitaron todo, es más, ni siquiera le colocaron un chip en la muñeca para saber en donde diablos iba a estar los próximos días de asueto involuntario.
Y mientras Duarte volaba en un helicóptero prestado por líder jarocho de la CNC, en Tlaquepaque, Jalisco, a seis supuestos delincuentes, no se sabe si por una vendetta entre comerciantes antagónicos o por escarmiento, les cortaron las manos.
El Corán enseña en 5:38: “¡Oh creyentes! Al ladrón y a la ladrona cortadles la mano en pago por lo que hicieron. Escarmiento de Allah; Allah es Poderoso y Sabio…”.
Se imaginan si México se volviera Musulmán, habría un millón de “tuncos” reales y no cinematográficos como el “Tunco Maclovio”, película estelarizada por Julio Alemán, con guión de José Delfos, realizada por Alberto Mariscal influenciado por el Spaghetti Western. ¿Agarrarán a Duarte o todo es una tragicomedia mexicana?
EL REGRESO DE AGUIRRE
Y hablando de corrupción, que EPN carga sobre sus hombros como una baldosa helada y de cometer sabios errores como el de Trump que le costó a México ser el payaso del mundo, un personaje del sur sobre el que han recaído graves acusaciones de corrupción durante los cuatro años que gobernó Guerrero y actuar con omisión en el caso Iguala y haber protegido a la pareja igualteca, entre otros sambenitos que le cuelgan; después de estar recluido en su casa de Tepepan, Aguirre Rivero en un par de entrevistas pretende su regreso triunfal a la vida política a la que tiene derecho.
Rubén Figueroa dejó el mandato por la matanza de Aguas Blancas, Aguirre Rivero lo terminó como gobernador sustituto. Años más tarde una coyuntura sui generis le permitió ser gobernador constitucional a través de una coalición extraña, muy extraña de perredistas y priistas. Aguirre ganó, repartió cargos a familiares, amigos y a perredistas afines.
Figueroa Alcocer se fue por una matanza, y Aguirre Rivero por el sacrificio inútil y oprobioso de 43 normalistas asesinados en Iguala. Lo paradójico es que ambos exmandatarios sufrieron las consecuencias; Figueroa el silencio y Aguirre el regreso a la vida activa
La masacre de Ayotzinapa colocó a México y a Guerrero como un estado de salvajes y asesinos en todo el mundo.
Mientras el exgobernador Figueroa Alcocer, dejó la política o se ha mantenido de bajo perfil, Aguirre busca los reflectores. Dos matanzas, dos actos impunes. Dos exgobernadores cuestionados: dos crímenes sin justicia.
Funcionarios de Figueroa fueron encarcelados por los crímenes. Funcionarios de Aguirre, hermano y sobrino y amigos fueron encarcelados no por la matanza de Iguala, sino por corrupción. Carlos Mateo Aguirre, el hermano incómodo y Luis Ángel Aguirre Pérez el sobrino, director de la Oficina del Gobernador encarcelados en el Altiplano. Carlos Mateo salió del penal en forma furtiva. Después Luis Aguirre. Y la familia Hughes encabezada por el ex sub secretario de finanzas, Víctor Ignacio Hughes Alcocer, acusados de lavado de dinero por la bicoca de 268 millones de pesos y realizar acciones con recursos de procedencia ilícita, dejaron la cárcel en mayo pasado cuando entró en vigor la ley mexiquense que los acusados por lavado de dinero podrían continuar con el juicio en su casita.
Aguirre está en Guerrero. Sus múltiples contactos le abrirán las puertas. Y ¿podría ser una pieza clave para desarticular a la verdadera izquierda para el proceso electoral del 2018 como lo hizo en las pasadas elecciones e impulsar un proyecto dinástico?
Ahora Aguirre dice que “siempre seguirá en la izquierda”. ¿Ha militado en la izquierda verdadera? Muy joven fue secretario particular de Alejandro Cervantes Delgado. Con Ruiz Massieu, secretario de Desarrollo Económico. Dos veces diputado federal, senador, secretario estatal del PRI, secretario General de Gobierno, gobernador interino y constitucional.
Aguirre es un zoon politikón, que para Aristóteles es un “animal de la polis o cívico”. A diferencia de los animales, el zoon politikón, posee la capacidad de crear relaciones políticas, organizar la vida de la polis. ¿Lo ha logrado en dos ocasiones como gobernador, o ha sido todo lo contrario? That’s the question.