Codiciar Acapulco es peligroso…
Por Felipe Victoria Zepeda
El mosaico guerrerense en varias regiones y 81 municipios nos da un esquema difícil de coordinar satisfactoriamente, porque aunque parecidos sus habitantes, en cada sitio cuentan con sus propios usos y costumbres muy arraigados; familias dinásticas y sus tan especiales caciques buenos y “malos”, dueños de vidas y destinos a veces señores de horca y cuchillo que mangonean a los alcaldes…
No es raro encontrar quienes lograron ser electos o impuestos en las presidencias municipales más de una vez, signo de que como sea su desempeño al menos no puso en su contra a la gente; lo que llama la atención es que los ediles de cada uno nunca exigen que sean lugareños oriundos los que aspiren a ser alcaldes.
Para el 2018 no serán pocos de los que ahora son presidentes quienes tratarán de reelegirse, otros como en Apango o Chilapa, Tixtla,Tecpan e Iguala y Zihuatanejo de Azueta difícilmente terminarán sus periodos, sin faltar que por “la de malas” pudieran eliminar a cualquier otro, como le hicieron al poderoso Ambrosio Soto Duarte de Pungarabato, pero en territorio michoacano de Huetamo…
No podemos cerrarnos de ojos a la realidad y la infiltración de mafias eriza los vellos, no importa en poder de cuales partidos estén los municipios porque el narco no tiene filiaciones políticas; compra cualquiera y además, esa antigua lealtad a las siglas partidistas es cosa del pasado, la moda ahora es andar de salntinbanquis de un partido a otro según les acomode…
Claro… que los institutos políticos más fuertes perdonen deslealtades e indisciplinas es cuestión aparte; a los que aguantan malas rachas permaneciendo firmes los premian y a los que no, tarde que temprano se las cobran y hasta les fabrican problemas para que caigan, tan solo recordemos a dos guerrerenses: Mario Salvador Ruiz Massieu que se despidió diciendo que los demonios estaban sueltos en el PRI y al economista de Ometepec, que como sea no lo dejaron culminar en paz su tiempo asignado cuando ganó las elecciones postulado por una coalición de izquierdas.
Hay otros que se la pasan como la Chimoltrufia, que como amanecen diciendo ser de un partido al rato se cambian a otro y luego se regresan, según soplen los vientos…
No perdamos del panorama que el antes poderoso PRD nació de una “corriente democratizadora” del PRI, cuando Cuauhtémoc Cárdenas se enojó porque no lo quisieron hacer candidato presidencial y al talentoso Porfirio Muñoz Ledo no lo dejaron competir por Guanajuato, aunque a la mera hora no dejaron asumir la gubernatura ganada a Ramón Aguirre Velázquez.
En el imparable proceso de desmoronamiento del partido del Sol Azteca, es más que obvio el “amorenamiento”, vaya mágico poder de convocatoria y convencimiento del aferrado tabasqueño tránsfuga del PRI, que igual se fue del tricolor cuando no lo candidatearon por Tabasco, así que los síntomas de migraciones y éxodos de los partidos son muy similares.
Los perredistas que aún quedan, saben e intuyen que a Miguel Mancera no le alcanzarán las canicas para el 2018 y entonces se preparan para adherirse al MORENA de López Obrador, confiados en que “a la tercera será la vencida”.
Los de PAN parecen traer una borrachera calderónica imaginando que si gana en los USA Hillary Clinton, Margarita Zavala pudiera regresar a vivir dentro de Los Pinos aunque Ricardo Anaya le hace sombra; no le hacen que digan que ya le preparan una telenovelita a la presidenta honoraria de Alanón…
Pero el colmo es dentro del PRI, pues aún ninguno de tantos convence plenamente de ser el más adecuado aunque puntea Miguel Angel Osorio Chong porque Luis Videgaray Caso se “trumpezó” y, a Eruviel Avila le saca ventaja natural José Antonio Meade Kuribreña y el tambaleante Aurelio Nuño no convence. El que se les puso peligroso porque “caballo que alcanza gana”, es Luis Enrique Miranda Nava…
Pero me importa más que nada el Acapulco en que sobrevivo; Evodio Velázquez Aguirre sigue de pie pero muy golpeado por las pifias de algunos de su equipo principal, que no hicieron las cosas debidamente como para que se vislumbrara su reelección en 2018
Ni por un momento debe soslayarse que Figueroa Smutny y Aguirre Herrera se quedaron con el machete afilado y ya dan síntomas de reanudar precampañitas; ni qué decir del tesonero Carlos Zeferino Torreblanca Galindo ahora con disfraz de blanquiazul…
Hace unos días experimenté subiendo un “meme” en Facebook marcando posibilidades de Fermín Alvarado Arroyo, Gloria Sierra, Julieta Fernández, Ricardo Mejía y “Jacko” Badillo Escamilla, el único que no pertenece a ningún partido.
No me enojo con discapacitados mentales incultos y atrevidos de los que sin conocer deveras a las personas insultan y agreden escudados en el cómodo libertinaje de las redes sociales, donde suplantar identidades es fácil; pongo oídos como de cantinero a borrachos, pero fue notorio el enfoque amañado de su denostación por atreverme a mencionar personas que tienen todo el derecho legítimo de soñar con la alcaldía acapulqueña para el 2018 y, los rencores que esos cobardes tengan con quienes cité son muy su problema, no mío…
Acapulco, la tan codiciada manzana de la discordia que ya costó una valiosa vida en julio del 2005 y para el 2018 será peligrosamente disputada…