SADYHEL ASTUDILLO

 

Aprovecho el espacio para mandar un fuerte, cariñoso y adelantado abrazo a mi papá René Astudillo Nava que cumpleaños en esta primera semana de octubre. Muchas felicidades, espero que disfrutes este y todos los días, te quiero mucho y siempre te deseo los mejor.

 

Una de los objetivos que siempre ha tenido la humanidad es el tener todo bajo control. Siendo honestos, todos en algún momento de nuestra vida queremos tener todo controlado; cumplir con los pendientes del trabajo o la escuela, que los lazos familiares siempre sean fuertes, que la relación con los compañeros sea honesta, siempre tener dinero para lo necesario y para darnos algunos gustos, llegar a tiempo a las citas, recordar todo lo que tenemos que hacer en el día etc.

Pero, lograr un equilibrio perfecto con respecto a todo lo que nos rodea es prácticamente imposible. A menos claro, que dediquemos todo nuestro tiempo, esfuerzo y atención a una sola cosa durante todos nuestros días, lo cual también es imposible.

Los seres humanos dentro de la sociedad deben de cumplir con diferentes roles para poder satisfacer las necesidades y lograr una buena relación con sus congéneres. Por consiguiente, solamente que pudiésemos programarnos (programar en el sentido informático de la palabra) podríamos resolver esos problemas de organización y falta de tiempo. Pero, en primera no somos un sistema operativo y, si de alguna manera lográsemos programarnos, deberíamos tener varios programas instalados —para cada ámbito de la vida— y contrariamente, generaríamos más problemas lejos de resolverlos.

Ante esta necesidad de orden, los seres humanos comenzaron a buscar la manera de poder aligerarnos la carga de cumplir con varias acciones a la vez. Fue entonces, durante de la década de los 30´s que se creó el primer —curiosamente llamado— ordenador, o como los conocemos más comúnmente: computadoras.

Así es, esta necesidad de tener un artefacto que nos ayude a la realización de nuestras tareas, que pueda calcular por nosotros, que corrija nuestros errores, que nos recuerde cosas importantes, etc., no es algo que se buscó complacer hace un par de décadas, desde siempre el ser humanos ha buscado tener todo controlado y al alcance de su mano. Y es, en parte, gracias a ello que los ordenadores fueron evolucionando hasta ser las maravillas tecnológicas que hoy en día tenemos literalmente en nuestras manos o en el pantalón. Pero vaya sorpresa, pues aun con todo lo logrado hasta el día de hoy, se sigue invirtiendo una cantidad de enorme de tiempo, dinero y esfuerzo en investigación y avance para encontrar el aparato definitivo que tendrá todo lo que un ser humano necesite.

Por muy satisfechos que nos sintamos en este momento con nuestro teléfono inteligente, estoy seguro de que más de uno tiene una idea que le gustaría que fuera agregada a su equipo, o un error que le gustaría corregir, por muy mínimo que fuera: que sea más pequeño, más ligero, que dure más la batería, que su reconocimiento de voz sea mejor etc. Esto se ha vuelto un círculo vicioso en el que, mientras más equipado este el aparato con el que trabajemos, más detalles vamos a buscar para que sean agregados y nos faciliten aún más las ya de por si pocas cosas que hacemos sin depender de ellos.

Pero llegar a ese extremo es peligroso. Pensemos como se encuentra la sociedad ahora, descuidada, nos encontramos absortos en nuestros equipos electrónicos. Dependemos de ellos para una infinidad de cosas, y algunas de ellas tan sencillas como la comunicación, el hacer cuentas, el recordar cosas y hasta distraernos. Ese fue el resultado de tener todo lo necesario en un solo dispositivo el cual, lejos de acercarnos más como una sociedad compuesta de individuos que interactúan entre sí ha provocado un ostracismo en cada uno de nosotros.

Lo que nos queda ahora es mantenernos a la expectativa de los avances que se implementarán en cada uno de los aparatos que nos rodean para que, cuando llegue el momento en que los nuestros se actualicen, tomarle la delantera al cambio, adaptarse a él de la mejor manera y evitar que en un futuro nuestra dependencia a esta tecnología sea tal que, literalmente no podamos vivir sin ella. Sé que suena exagerado y hasta absurdo, pero, el tener todo bajo control, también lo es.

 

letrasadyhel@outlook.com