Felipe Victoria

 

¿Ayotzingaderas para el lunes?

 

En el estado de Guerrero que gobierna Héctor Antonio Astudillo Flores estamos inquietos esperando nuevas “ayotzingaderas” el próximo lunes 26 de septiembre, pues se cumplirán dos años de la cadena de estupideces en que las autoridades responsables andaban distraídas en “la parrándula” o “de bailongo”, como dijo José Luis Abarca Velázquez, el consorte de María de los Ángeles Pineda Villa, cuando le cayeron los demonios sueltos encapuchados a sabotear un evento.

Aunque Iguala es territorio prohibido para los “ayotzinapos” ligados al cartel de Los Rojos asentados en Tixtla y enemigos de los Guerreros Unidos, utilizaron normalistas de carne de cañón esa noche para infiltrar con ellos a 17 sicarios que pretendían aprovechar el barullo para eliminar a los jefes de la plaza.

Que se robaran autobuses no era problema pues eso tan cotidiano se convirtió en costumbrita ilegal consentida; lo grave fue que se apoderaron de un camión cargado de drogas, en ese día supuestamente y según la DEA de 35 kilos y medio de heroína, con un valor estratosférico.

Por eso a costa de lo que fuera, patrones de la región ordenaron escarmentar a los vándalos ladrones; pero lo que más les afectó y dolió fue que trascendiera el ingenioso sistema de fletar drogas de Iguala a Chicago en autobuses de pasajeros. Maniobra ampliamente investigada por la DEA y conocida por la PGR que disimulaba a cambio de puntuales cuotas.

Todo un secreto a voces en ese municipio, escurridero de la heroína de Tierra Caliente, desde donde se redistribuye hacia el extranjero desde hace muchos años haciendo algunos millonarios que se tapan con joyerías modestas, pero igual exportan e hicieron famoso el oro regional.

Aquella noche infame los encargados  del control de la prensa en el municipio y el estado se atarugaron y la noticia trascendió fronteras. Tontamente organizaron la búsqueda, inútil de antemano, de los 43 escarmentados cuyos restos o cenizas fueron desechados para siempre, pero montaron un ridículo parapeto comisionando burócratas a buscar casa por casa a los desaparecidos y ofrecieron recompensas, con lo que despertaron la codicia y los padres de los estudiantes no aceptaron la raquítica indemnización de cien mil pesos por cada uno.

Había que entretener al mundo en encontrar  a las víctimas vivas para que nadie tocara el punto deveras importante para las mafias amapoleras: el enorme tráfico de opiáceos de Guerrero hacia los USA, que por la guerra en Afganistán requerían se les surtiera más del doble, pero además la exigían de mejor calidad, pues la “black tear” estaba provocando muertes entre los adictos de los USA.

Varias ocasiones en mis publicaciones periodísticas pronostiqué otro “Aguablancazo”, que por la masacre de 17 campesinos en Coyuca de Benítez en junio de 1995  le costó la gubernatura a Rubén Figueroa Alcocer: en un libro hablé de la conjura contra Ángel Heladio Aguirre Rivero, al que por indisciplinarse al PRI en agosto de 2010 traían en la mira y tenían emboscado desde su séquito, no en vano en diciembre de 2011 policías federales de García Luna abatieron dos normalistas de Ayotzinapa en Chilpancingo, tras incendiar una gasolinera, pero no les cuajó la maniobra.

Curiosamente Iñaky Blanco Cabrera fungía como Delegado de la PGR que encubrió a los policías federales y quiso usar de chivos expiatorios a empleados de la Procuraduría estatal y al propio procurador López Rosas.

En 2014 fueron 43 vándalos, que según la numerología esotérica dice que 17 campesinos de 1995 por dos son 34, que al revés da 43… ¡Uyyy!

A dos años ya el reborujo fantástico sigue y ninguna verdad parcial convence a nadie, el chiste es seguir lucrando con la desgracia en favor del imparable tráfico de enervantes protegido desde las alturas por personajes innombrables, mueran cuantos mueran o caigan hasta gobernadores.

Si ya quemaron instalaciones del Tribunal Superior de Justicia en Iguala el jueves pasado, ¿qué otras ayotzingaderas ocurrirán el lunes 26 mientras las autoridades omiten el deber de imponer el orden y la paz mediante la fuerza pública?

¿Por qué tanto miedo para aplicar las leyes sin miramientos?…eso de la tal “prudencia política” les está saliendo contraproducente y si la vara les quedó muy alta más valdría que se alejen del peligro de cumplir su deber.

Los normalistas de Ayotzinapa son temibles y le están llenando el buche piedritas a la población dondequiera… ¿a poco no se cuenta con policías bien entrenados que fueran capaces de capturarlos in fraganti y tumbarles la capucha para saber quiénes son y someterlos a proceso penal?

Si la defensa oficial y no gubernamental de los derechos humanos es lo que inhibe la energía legal de la fuerza pública para someterlos, entonces el recurso legal existente se llama suspensión de garantías.

Más valdría que se decidan para poder restablecer el orden y la paz, antes que la ciudadanía indignada y agraviada vaya a tomar la justicia en sus manos, como ya lo planean grupos empresariales que se cansan de esperar y escuchar promesas huecas.

-¡Tilín,tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿tendremos clases el lunes 26?

-Me figuro que sí, el problema podría ser en Iguala solamente por las movilizaciones de protesta de los normalistas

-Ujule, pues de todos modos aquí nos traen jodidos también, ni quien les haga nada.