Muy comodinas posiciones del panista Anaya y la perredista Barrales.— Multiplica actividades el alcalde Marco Leyva, para atender demandas y necesidades
Enrique Vargas
Realmente resulta fácil venir a Acapulco por parte de los dirigentes de los partidos de oposición, PRD y PAN, a aventar pedradas contra el único gobierno estatal al que se ha visto trabajar, al tiempo que se escudan en su avanzado Alzheimer, que no les permite recordar lo que ocurrió en el pasado reciente, a nivel estatal y nacional.
Primero las damas, claro está. La señora Alejandra Barrales no olvida sus tiempos de aeromoza, de modo que se sube en su avioncito y desde allá lanza sus bombas de humo y pestilentes, para defender a su criatura, Evodio Velázquez, que tira la piedra, esconde la mano y corre a que lo proteja su jefecita política, que aprovecha para disfrutar unos días en el magnífico puerto de Acapulco, donde asegura que su pupilo es un angelito (también Aguirre, pero sólo por su segundo apellido), y que el gobierno estatal es el que tiene que ir a hacerle el trabajo en materia de seguridad en el puerto, porque él no está para esas labores tan ajenas a su gobierno lucidor.
Pero es obvio el problema de falta de memoria de doña Alejandra (Alzheimer), porque para nada se acuerda que fueron tres gobiernos salidos de sus filas los que despedazaron al estado de Guerrero y lo dejaron en la peor situación de inseguridad y violencia.
Empezó el perverso de Zeferino Torreblanca, que se dedicó a los negocios con sus cuates (sólo hay que ver cuántos de ellos salieron de pobres por los favores y los contratos recibidos, como Sierra, Bajos y varios más), pero nunca quiso entrarle a enfrentar la violencia y la delincuencia organizada, que tuvo en su tiempo todo el espacio y las facilidades necesarias, para posicionarse en el estado.
Le siguió Ángel Aguirre, que por angas o por mangas dejó gran parte del gobierno en manos de sus parientes y sus amigos aprovechados, mientras descuidaba totalmente la seguridad y el combate a los delincuentes.
Finalmente “el sustituto”, Rogelio Ortega ni siquiera se enteró que frenar la delincuencia era una de sus obligaciones, como él mismo lo declaró, y si no era militante perredista, fue propuesto por Los Chuchos para el interinato, porque de esa manera esperaban asegurar que la elección la ganara la Chuchita Beatriz Mojica.
Claro, de eso para nada se acordó la señora Barrales, una de los que llegaron a criticar, tirar la pedrada y luego subirse a su avioncito, con una amplia sonrisa, después del “deber cumplido”.
El otro integrante del club Alzheimer, Ricardo Anaya, también estuvo aquí a reclamarle al gobernador Astudillo que anulara en el estado los resultados de la guerra contra el narco que inició torpe e irresponsablemente, y nunca terminó su exjefe y ex presidente, Felipe Calderón.
Así, una, a nivel estatal pretende ignorar el desastre que dejaron sus tres fallidos gobernantes y exige que el gobierno actual, en menos de un año termine con ese desastre, mientras que el otro viene a dar recetas para combatir la mayor torpeza de algún gobierno del país, por destapar una guerra que nunca tuvo posibilidades de ganar, pero que dejó sumido al país en la peor oleada de sangre, violencia y criminalidad que se haya visto jamás.
Por eso, comentó el mandatario estatal HAF que está muy bien que vengan a hacer turismo político, pero deben limitarse a eso, porque no tienen cara ni calidad moral ni política para llegar a culpar a otros de lo que ellos dejaron en el estado y en el país, pero que, con espada flamígera en mano pretenden colocarse en la cima del olimpo político y señalar a quienes pretenden cargar con las culpas que les corresponden a ellos.
No tienen calidad ni estatura política suficiente para convertirse en críticos válidos de lo que se hace en el estado para corregir los desvíos y torpezas que sus gobernantes le heredaron a Guerrero y sus habitantes.
MULTIPLICA ACTIVIDADES EL ALCALDE MARCO LEYVA, PARA ATENDER DEMANDAS Y NECESIDADES.— En esta temporada de lluvias tienen que multiplicarse las actividades de prevención y remedio de los daños que dejan las intensas precipitaciones, situación que se vuelve más complicada en una ciudad como Chilpancingo, donde decenas de barrancas cruzan el territorio capitalino.
Para eso, en la alcaldía, el primer edil, los síndicos y regidores, además de los colaboradores se responsabilizaron individualmente de vigilar la situación de cada una de las barrancas, que por la inclinación del terreno se convierten en los puntos de mayor riesgo, aunque afortunadamente para la gente que vive en las cercanías, hasta ahora se reporta saldo blanco.
Lo primero es coordinarse con el gobierno del estado, a través de las áreas de Protección Civil, lo que se dio en beneficio de los habitantes, porque no hubo daños y menos desgracias que reportar.
Otra parte necesaria fue la instalación de siete refugios temporales ubicados en forma estratégica en otros tantos lugares de la capital, de modo que pueden quedar cubiertas las zonas en donde podría darse las dificultades derivadas de las intensas lluvias de los días pasados.
EL TRENECITO DE LA CAPITAL es una de las iniciativas que llamaron la atención, aunque sus críticos lo que más han hecho ha sido burlarse de esa iniciativa que ha sido bien tomada por muchas familias que acostumbran ir al centro de la ciudad a divertirse y gozar de los detalles sencillos, como es el caso de este trenecito.
La presidenta del DIF, Martha García de Leyva presentó un pequeño informe que muestra que se han recabado hasta ahora 102 mil pesos por el pago de la pequeña cuota que se genera.
Eso permitió comprar 36 sillas de ruedas con llantas rígidas y neumáticas; 101 bastones de puño alemán, 20 andaderas plegables, 2 muletas telescópicas, 2 sillas PCI nacionales, 12 bastones para invidentes, 10 andaderas infantiles y 2 sillas de ruedas infantiles, ya entregadas entre la gente necesitada.
Y eso, la verdad, es motivo de reconocimiento y no de burla, como hacen los críticos resentidos. ¿O no?
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