* El arzobispo de Acapulco dijo que las confrontaciones mediáticas entre autoridades sólo “genera más conflictos de los que se van resolviendo”
* “No podemos quedarnos con el miedo, la rabia, los deseos de venganza, el temor o la desesperanza, mucho menos estancarnos en el odio”, convocó
Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— Después de considerar que el asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, evidencia la urgencia de que haya un cambio de estrategia en materia de seguridad, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, pidió a los gobiernos y partidos políticos no mezclar este tema con otros asuntos para crear confrontaciones mediáticas.
Al referirse a la pugna entre el alcalde Evodio Velázquez Aguirre y diputados y regidores del PRI, que se acusaron mutuamente de no actuar frente el problema de inseguridad en Guerrero, el jerarca católico dijo que sólo “genera más conflictos de los que se van resolviendo”.
En conferencia de precisó que “nunca va a ser el camino oportuno hacer confrontaciones mediáticas y hacer interpretaciones que cada quien hace desde sus propias posiciones”.
Garfias Merlos señaló que el crimen de Soto Duarte “es una desgracia, un hecho que está afectando a una familia, a un municipio, un estado y que tiene repercusión nacional”, razones por las cuales es importante centrarse en el hecho y no mezclar otros temas para generar más conflictos de los que ya hay.
“Lamento profundamente el asesinato del presidente municipal de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte. Este hecho viene a agudizar y ensombrecer el clima de inseguridad y violencia que vivimos a diario, pero al mismo tiempo representa un reto y desafío para las autoridades y sociedad”, consideró.
Luego se refirió a los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía que establecen que Guerrero ocupa el índice más alto de homicidios, con 67 crímenes violentos por cada 100 mil habitantes, y precisó que en la entidad se han incrementado exponencialmente el número de asesinatos en los últimos 8 años, al pasar de mil 5 registrados en 2008, a 2 mil 402 en 2015.
Destacó que crímenes como el del alcalde de Pungarabato y los que a diario ocurren en Guerrero, son muestra del deterioro de la seguridad y el crecimiento de la violencia, además de que revelan la necesidad de revisar y reorientar la estrategia de seguridad.
Garfias Merlos señaló que el aumento de homicidios también representa un reto para la sociedad, en la cual “no podemos quedarnos con el miedo, la rabia, los deseos de venganza, el temor o la desesperanza, mucho menos estancarnos en el odio”, sino ver esta circunstancia como la oportunidad de sacar lo mejor de cada uno y reconstruir la paz, dijo.
El clérigo añadió que es necesario buscar formas para reconstruir la paz y sobre todo resolver los problemas a través del diálogo y no confrontarse más.
Garfias Merlos también condenó el asesinato de 7 miembros de una familia de escasos recursos, ocurrido el sábado en Tepecoacuilco, pero también consideró que el gobierno estatal si está “haciendo bastante cosas” para enfrentar el problema de la inseguridad.