* Surge una nueva modalidad, la iniciática, que se trata de un requisito impuesto por los grupos criminales para que los reclutas demuestren su nivel de crueldad: Rosa Icela Ojeda

 

Alondra García

 

Guerrero comienza a registrar una nueva modalidad de violencia contra las mujeres: la iniciática. Se trata de un requisito impuesto por los grupos criminales para que los reclutas demuestren su nivel de crueldad.

La coordinadora del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres “Hanna Arendt”, Rosa Icela Ojeda Rivera, informó que en Guerrero “parece haber una violencia iniciática como ocurrió en Ciudad Juárez”.

En entrevista con “El Sol de Chilpancingo”, explicó que las bandas delictivas imponen pruebas a los de nuevo ingreso para “demostrar su crueldad”.

“Hay casos que son terroríficos, en los que una mujer es atacada con arma blanca, arma de fuego, golpes, asfixia, violación y mutilación”, detalló.

Ojeda comentó que el Observatorio de Violencia está realizando una investigación con los registros que se tienen de violencia iniciática. Esta estadística se integrará en el informe 2005-2015 que presentarán en los próximos meses.

“Las formas de violencia feminicida contra las mujeres han ido en aumento en Guerrero, no solo numéricamente sino en grado de crueldad”, lamentó la investigadora.

Puntualizó que en 2008 comenzaron a aparecer las primeras mujeres incineradas, mutiladas y con el “tiro de gracia”.

Después de ese año, la violencia escaló y aparecieron las primeras desmembradas y en fosas clandestinas.

Indicó que de 1994 a 2004 el Observatorio documentó 138 asesinatos de mujeres; en la década de 2005 a 2015 la cifra escaló a casi mil 500.

Recordó que antes de que el gobierno federal iniciara la guerra contra el narco, Guerrero ya tenía “una cifra muy alta de homicidios violentos de mujeres perpetrados en el ámbito de la violencia familiar”.

Sin embargo, destacó que la violencia extrema hacia las mujeres incrementó claramente a partir de 2005.

“Hay un corte muy claro. En 2004 documentamos 55 asesinatos de mujeres, en 2005 ya fueron 120 y en 2015 cerramos con 225. Quiere decir que a partir de 2005 que empieza la guerra contra el narco trajo una cantidad impresionante de muertes violentas de hombres y mujeres, en el caso de mujeres es muy grave porque empieza a aparecer aparejada la violencia sexual a otras formas de violencia”, explicó.

Una de las nuevas formas de violencia contra las mujeres que comenzaron a aparecer fue el secuestro. “Va aumentando cada año y a pesar de que la familia paga el rescate, las asesina”.

La académica e investigadora comentó que, a las víctimas de la violencia familiar y el narcotráfico se suman las muertas y desaparecidas por los grupos dedicados a la trata de personas.

“Comenzó el tema de las mujeres desaparecidas. Algunas no aparecen, de otras aparecen sus cuerpos, muertos, abandonados, calcinados, desfigurados o mutilados. Eso va en aumento”, lamentó.

El siguiente esquema de violencia contra las mujeres que apareció, dijo, fue el asesinato de comerciantes formales o informales, quienes son obligadas a vender droga por los grupos criminales

De acuerdo con Rosa Icela Ojeda, esto ocurrió porque en su lucha contra los grupos criminales, el gobierno federal “descabezó” a los grandes grupos criminales y estos se multiplicaron en varios grupos pequeños.

“Hay zonas que ya no solamente son de trasiego de drogas, sino que empiezan a hacer narco menudeo. Esta actividad requiere de muchísima mano, desde la vendedora que está en la esquina, para obligarla a que venda el producto y entregue el dinero. Nadie hablaba de eso pero a partir de la desaparición de los 43 tenemos que hablarlo y decirlo con mucha claridad”, sentenció.