Los “patrones” agazapados

 

Felipe Victoria

 

Por lo que a veces digo en la radio y la TV de paga, nunca faltan aquellos a los que se les irrite la piel y hasta ronchas les salen, sin faltar quienes manden “recaditos” anónimos.

Lo siento pues no hay mala voluntad de mi parte al opinar de lo que me parece respecto a ciertos tópicos; es más, prefiero aprovechar que sí hay respeto gubernamental del gobernador Héctor Astudillo y Miguel Ángel Osorio Chong a la libertad de expresión ejerciéndola, en lugar de andar en mitotes y protestas de clubes, sindicatos y organizaciones dedicadas a reclamar agravios a periodistas

Alguien se molestó porque critiqué la salida chistosa de quien dijo que, aun contando con órdenes de aprehensión contra líderes magisteriales, no las cumplimenta por “prudencia política”.

Vaya entonces que los oficialmente facultados para procurar justicia actuando conforme a las leyes y procedimientos, parecieran preferir ponerse de a chinqueque y consentir que el anarquismo subversivo siga ganando terreno fulminando la gobernabilidad en Guerrero

¿Ignoran que las omisiones del deber son delito? Se los dejo de tarea y me pongo temporalmente en prudente silencio

Es importantísimo conocer siempre “La otra opinión”, en la columna del leído y temido Ricardo Alemán en varios periódicos mexicanos que ayer asentó lo que me atrevo a compartirles:

“Encapuchados y vándalos en tres estados, ¿quién les paga?”

“Hablemos de tres imágenes: Una en la Ciudad de México, otra en Oaxaca y una más en Chihuahua.

En la primera se ven las calles del sur de la ciudad de México. Las vialidades están envueltas en humo negro. En primer plano se distinguen, al menos, seis personas. Todas con el rostro cubierto.

En la segunda encontramos una suerte de trinchera urbana, hecha con tubos de drenaje. Destacan dos figuras: un adulto y un menor de aproximadamente 10 años. El adulto va armado con un tubo y el niño parece recibir instrucciones del mayor. Ambos tienen el rostro cubierto.

En la tercera imagen se aprecia lo que queda de una de las puertas del palacio de gobierno de Chihuahua. Al momento de la fotografía, un hombre embiste contra la entrada. El ariete del individuo parece ser una rejilla del alcantarillado.

Los destrozos en la puerta del palacio son cubiertos por escudos de la policía. En el piso se ven los restos de ventanas rotas y sobresalen otros tres hombres que observan la escena. Uno de ellos tiene el rostro cubierto

¿En qué se parecen estas tres imágenes? ¿Qué tienen en común estos instantes –de las últimas 24 horas– en la ciudad de México, Oaxaca y Chihuahua?

Las causas que los mueven son distintas: Unos dicen solidarizarse con los muertos de Nochixtlán, otros quieren echar abajo la reforma educativa y los terceros exigen la renuncia del gobernador César Duarte.

Sin embargo, a pesar de las variantes en sus demandas, en las tres imágenes vemos ausencia de Estado, vemos anarquía, vemos a un gobierno rebasado, vemos las expresiones más reprobables de las manifestaciones civiles; vemos el rostro más añejo de la protesta ciudadana.

Pero hay más. En los tres casos vemos hombres –y un niño– con el rostro cubierto. Vemos a individuos que destrozan, que vandalizan, que secuestran el espacio público y que no dan la cara.

En las tres vemos a criminales anónimos que parecen confiar en que un paliacate, en que una bufanda o en que un suéter amarrado en el rostro cerrará el paso a la justicia, a la acción de gobierno y al imperio de la ley

¿Quiénes son estos personajes que hicieron a un lado el cauce institucional y que se expresan con violencia?

¿Quiénes son estos ciudadanos que dejaron ir la oportunidad de expresarse en las urnas –el pasado 5 de junio– y hoy se intentan hacer oír por la fuerza?

¿Quiénes son las autoridades capaces de identificar y de detener a estos personajes? ¿Quiénes son los indolentes que permitieron que las protestas llegaran a este grado de descomposición?

¿Quién paga, quién organiza, quién empuja estas agresiones?

¿Quiénes están atrás de las máscaras? ¿Quién permite que sigan escondidos y vandalizando en total anonimato?”. Hasta ahí lo dicho por Ricardo Alemán.

Obviamente que el presidente Peña Nieto anda muy ocupado viajando lejos para testimoniar los acuerdos de paz en Colombia para que las acciones de las FARC terminen y se pacte un cese al fuego y ya no ocurran secuestros guerrilleros. Muy bien

Lo que nos preocupa es si eso tendrá eco en las virtuales sucursales en  la UAGro y la Normal Rural de Ayotzinapa en el estado de Guerrero, o en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, porque tan cerquita la lumbre nos llega a los aparejos

La interrogante mayor es por qué los integrantes del gabinete Montessori del mexiquense ex gobernador y actual presidente de México, hacen como que no entienden o no se dan cuenta de la gravedad de la situación nacional parcial, entretenidos en sus patadas bajo la mesa y la feria de zancadillas por la sucesión en 2018, pareciera que la seguridad nacional de México les vale gorro.

Feroz y maquiavélica la contienda entre quienes creen encabezar las posibilidades de ser candidatos presidenciales dentro de unos meses, si es que no sucede algo grave que cambie el entorno nacional.