* Familiares de reclusos que estaban de visita aseguran haber escuchado una riña, pero las autoridades estatales rechazaron que se hubiera registrado algún hecho “que pusiera en riesgo a la población penitenciaria”

 

Alondra García/Salvador Bello

 

El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chilpancingo activó el Protocolo de Alerta Máxima, ayer poco después de las 2 de la tarde, luego de que se percibieron “movimientos extraños” entre los internos de alta peligrosidad, quienes se encontraban fuera de sus celdas.

El subsecretario del Sistema Penitenciario, Miguel Ángel Orihuela Hernández, informó que alrededor de las dos de la tarde recibieron la alerta de que estaban ocurriendo “movimientos extraños” en el Ceresito, donde se ubican los internos que cuentan con medidas especiales de seguridad.

En entrevista afuera de las instalaciones del reclusorio, detalló que como medida preventiva se activó el Protocolo de Alerta Máxima, el cual se aplica en todo el sistema penitenciario.

Este protocolo, explicó el funcionario, se activa inmediatamente cuando “hay situaciones que no son muy normales, como movimientos de gente inquieta o intranquila” y consiste en “actuar con la fuerza estatal a través de su equipo de reacción”.

Orihuela Hernández indicó que ese fue el motivo por el que los familiares que se encontraban de visita en el Cereso fueron desalojados por elementos de Policía Estatal, quienes se encontraban habilitados con equipo antimotines.

Tras la activación del protocolo, las autoridades carcelarias realizaron una revisión total de las instalaciones en busca de objetos y sustancias prohibidas que pudieran tener los reclusos, pero no se informó de los resultados.

El funcionario explicó que también se realizó el pase de lista en cada uno de los dormitorios, para confrontar la información con los jefes de seguridad y verificar que todos los internos se encontraban en sus celdas.

“No hubo riña. En todo caso hubiéramos encontrado lesionados. Parte del protocolo es revisar físicamente a cada uno de los internos, se les toman fotografías de cara y caja torácica, y aparte se les pregunta si han tenido algún problema intramuros, sea con internos o con las propias autoridades”, explicó.

Esta revisión, dijo, se aplicó a toda la población carcelaria que asciende a casi mil internos.

“El penal se encuentra bajo el control de las autoridades. Estos son protocolos, son medidas preventivas y disuasivas para evitar cualquier tipo de circunstancia que ponga en riesgo la seguridad institucional. Ya terminamos la revisión de toda la población penitenciaria y no hay ninguna persona que presente físicamente huella de maltrato. Se graba y se tienen la fotografías de cada uno de los reclusos”, concluyó.

Hubo una riña, aseguran familiares de reclusos

Según familiares de algunos internos que estaban en el Cereso, aproximadamente a las 14:30 horas elementos de la Policía Antimotines Estatal ingresaron al CERESO, porque comenzaron a escuchar golpes, gritos y lo que sería una riña.

Añadieron que minutos más tarde los policías los sacaron del lugar sin explicación alguna y les dijeron que hasta las 22:00 los dejarían entrar de nuevo.

Además, aprovecharon para quejarse de que se han estado realizando traslados por órdenes de una reclusa que, aseguraron, manipula al director del Penal, Rafael Campo Hermoso, por lo que señalaron que desde que él llegó han existido muchos problemas y han realizado varios traslados.

Un reporte policiaco indicó que a las 14:45 horas al interior del CERESO se suscitó una riña entre 2 internos a la hora de visitas, por lo que las autoridades del penal desalojaron a los visitantes aplicando los protocolos de seguridad y al lugar arribaron 6 patrullas y un camión con policías de Fuerzas Estatales.

El vocero en materia de seguridad pública, Roberto Álvarez Heredia, informó que no se registró ningún hecho de violencia dentro del Cereso de Chilpancingo “que pusiera en riesgo a la población penitenciaria, luego de que las autoridades del penal activaron el protocolo de prevención y seguridad”.

En un boletín aclaró que siendo las 14:30 horas de este jueves 23 de junio, “las autoridades del penal registraron movimientos extraños de los reclusos que se encuentran en el interior del dormitorio C, conocido como El Ceresito, y que alberga a internos con conductas especiales”.

Por tal motivo, señaló, “las autoridades del Cereso decidieron aplicar el protocolo de Alerta Máxima. Acto seguido, ingresaron al penal el Grupo de la Fuerza Estatal Antimotines como medida preventiva y disuasiva para evitar la ocurrencia de incidentes intramuros y que pusieran en riesgo la seguridad del penal”.

Agregó que el protocolo que se activó, implicó el cierre de celdas, el pase de lista de toda la población penitenciaria y se procedió con fichas signalécticas para asegurar que estuviera presente toda la población recluida y no faltara ningún interno.

Asimismo, se procedió a realizar una inspección visual para verificar que no hubiera ningún recluso con lesiones y la revisión de cada una de las celdas.

El protocolo culminó a las 18:30 horas sin ningún incidente que pusiera en riesgo a los internos, por lo que todo se encuentra en calma al interior del penal.