KARMELYNDA VALVERDE

 

De carne y hueso

 

Los seres humanos somos tan complicados, tan impredecibles, tan sin embargo pues. Ah pero a la raza tenochca, particularmente a la cuatitud pozolera y como lo he venido mencionando desde endenantes ¡ningún fuiste nos sienta! Ni apretado ni flojo.

En la Biblia papá Dios nos recomienda evitar toda raíz de amargura que es principio de muchos males, pero como la gran mayoría pasan la vida entera practicando mucha religión pero cero relación personal con el Todopoderoso, ignora totalmente su Palabra.

Entre otras cosas, papá Dios nos pide a través del Apóstol Pablo ‘’oren por sus gobernantes’’ y hacemos totalmente todo lo contrario, a la menor provocación nos les vamos a la yugular, les aplicamos marcaje corto de relevos (ora al presi, ora al dipu, ora al gober y así nos vamos líricos) tirria aplicada 24 por 24 y se convierten en objetivos perfectos para hacerlos víctimas de nuestras pozoleras frustraciones.

Todo lo malo que nos pasa es culpa del gobierno. De los tres niveles. Esta chincualuda paloma se ha ganado el atufamiento del respetable, cada vez que vuelvo a remachar que tenemos de acatar la petición de papá Dios respecto a interceder por nuestros, líderes, legisladores y gobernantes en general. Nos guste o no. Pero no, es todo lo contrario, los juzgamos con medida desigual con cero autoridad porque el único con toda la autoridad y soberanía para juzgar es Él.

Todo ello viene a colación, porque hace unos días fue cumple de Perla Edith Martínez Ríos, la guapa esposa del alcalde del lunamielero Acapulquito de mis adolescentes desmanes, y este publicó lindísimas palabras para su entrañable compañera de vida y madre de sus dos pequeños hijos, así como un vidieíto en el que la sorprendía en la oficina del DIF para felicitarla.

Obviamente hubo apapachador abrazo, un beso y un ‘’te amo’’ en el oído de la mujer que comparte no solo su vida sino la encomienda y responsabilidad de trabajar por Acapulco, con entusiasmo, dedicación y entrega.

¡Ah! Pero no faltó el amargoso, que no solamente criticó sino que dijo palabras ofensivas para el presidente municipal de ACA, amén de otros que escribieron cosas como ‘’mejor ponte a trabajar Evodio’’. Caray, caray, cuanta amargura se anida en el corazón de algunos paisanitos.

Caray, caray, porque no participar de la felicidad ajena? Por qué no sonreír al verlos bailar en el festejo que le organizaron a Perla Edith sus colaboradores del DIF? Que Evodio Velázquez es un gobernante sí, pero es hombre de carne y hueco como usted y como yo, que tiene una linda familia y que desgraciadamente como gobernante le tocó pagar los platos rotos, como les ha tocado a varios alcaldes de mi pozolero y chilenero territorio, incluso al mismo gobernador Astudillo. Y desgraciadamente hay gente hecha para eso, para envenenar aún más su alma con la felicidad ajena, dispuestos a vomitar su amargura, en lugar de celebrar, de aplaudir que al igual que el gober Astudillo, son gobernantes que tienen una familia integrada, hermosa, y eso aquí y en la China comunista es garantía de que tengamos gobernantes con estabilidad emocional, que  raíz de muchos males es cuando andan con el GPS emocional alborotado.

Yo no tengo el gusto de conocer ni a don Evodio ni a doña Perla Edith, pero neta que me da chilenero gusto y aplaudo que sea el amor lo que los mantiene juntos. Ya no son dos sino un solo cerne nos dice papá Dios en el libro de Génesis, y también nos dice que dos son mejor que uno. Ella su ayuda idónea, y juntos y unidos por el amor, pueden superar la adversidad circunstancial que les ha tocado vivir al frente de la alcaldía acapulqueña. Esta palomita costachiquense decidió estar sola hace unos cuantos años, pero no pierde oportunidad de celebrar el amor. ¡Qué ñoña estás hoy me espeta la metichona Mataharí! Ñañeces más, ñañeces menos pero ¡Qué viva el amor!