* Este sábado, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó la segunda diligencia a los cuatro cuerpos que permanecen en calidad de desconocidos en el Semefo de Chilpancingo
ALONDRA GARCÍA
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó la segunda diligencia a los cuatro cuerpos que permanecen en calidad de desconocidos en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, para determinar si corresponden a los cuatro trabajadores de la Secretaría de Salud estatal desaparecidos desde el año pasado.
Desde el medio día de este sábado, la criminalista Miriam Palma y las peritos en Antropología Forense Mercedes Celina Donetti, Mariana Segura y Hailey Duecker llegaron a la Fiscalía para la Investigación de Delitos Graves, donde tomaron protesta como peritos externos.
Posteriormente tomaron declaraciones a los familiares del abogado Julio César Mejía Salgado y de los médicos Raymundo Tepeque Cuevas, José Osvaldo Ortega Saucedo y Marvin Hernández, desaparecidos el viernes 19 de junio de 2015 en el tramo de la carretera federal Tierra Colorada-Acapulco, para determinar sus datos de identificación antropométrica, como estatura, edad y peso.
También realizaron exámenes antropológicos completos, consistentes en peritajes de odontología y criminalística, a los cuatro cuerpos humanos encontrados el 25 de junio de 2015 en un camino de terracería que conduce a la comunidad de Santa Bárbara, en la sierra de Chilpancingo.
Los cuatro cadáveres permanecen desde entonces en el Semefo de Chilpancingo, en calidad de desconocidos.
Un examen de ADN presentado el 27 de junio del año pasado por la Fiscalía General del Estado (FGE) arrojó concordancia entre los cuatro cuerpos y los cuatro trabajadores de la Secretaría de Salud desaparecidos, sin embargo, los familiares rechazaron el resultado debido a que no encontraron semejanza física entre los cadáveres y los cuatro profesionistas.
Encontraron que las estaturas, la complexión y el corte de cabello no eran los de sus hijos. Además, algunos cadáveres estaban tatuados, una característica que no tenía ninguno de los desaparecidos.
Bajo dicha argumentación, los familiares rechazaron la versión de las autoridades y acusaron al entonces fiscal general, Miguel Ángel Godínez Muñoz, de actuar de manera negligente e irregular en el caso.
Por ello, acudieron a la Procuraduría General de la República (PGR) para solicitarle que atrajera las investigaciones, y el 28 de junio de 2015, realizó una segunda toma de material biológico de los cadáveres y de los familiares directos de los desaparecidos.
El resultado fue el mismo. La PGR concluyó que los cuatro cuerpos hallados en Santa Bárbara sí pertenecían a los cuatro trabajadores de la Secretaría de Salud desaparecidos.
Por segunda ocasión, los familiares desconfiaron de los resultados y buscaron un peritaje externo, el cuál será realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
La primer diligencia realizada por el EAAF en este caso se realizó el 27 de abril.
En ese entonces, la cofundadora y miembro del equipo de Antropología Forense, Mercedes Doretti y el experto en criminalística y balística de esta misma organización, Miguel Ángel Nieva, tomaron muestras biológicas de los cuatro cadáveres y de los familiares directos de los cuatro desaparecidos.
En las dos diligencias realizadas hasta ahora el EAAF y los familiares de las víctimas han recibido el acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos (Codehum) y de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
En esta ocasión acudió la primera visitadora de la Codehum, Violeta Parra Reynada, quien observó la diligencia y acompañó a los familiares.
Este domingo 19 de junio, los cuatro jóvenes cumplirán un año desde su desaparición. Sus familiares manifestaron su agradecieron a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y a su presidente, Ramón Navarrete Magdaleno, pues consideraron quefue gracias a la intervención de esta institución que la Fiscalía General del Estado ha puesto mayor empeño en las investigaciones y ven la posibilidad de llegar al conocimiento de la verdad.