La costumbre del poder

 

Felipe Victoria

 

Bien es de notar que personajes como Don Alejandro Cervantes Delgado, que supo conservar el “mando moral” después del poder administrativo en Guerrero, no nacen más de uno cada siglo.

Con el maestro por necesidad y economista de profesión nacido en Chilpancingo, el 24 de enero de 1926, pero dedicado a la política con ánimo distinto al del enriquecimiento inexplicable y poseedor de las cualidades de la sencillez y puntualidad, la entidad tuvo a un caballero amable y decente como gobernante.

Jamás interfirió en el actuar de los subsecuentes gobernantes, pese a que tres de ellos fueron sus pupilos y colaboradores importantes: José Francisco Ruiz Massieu, Ángel Heladio Aguirre Rivero y René Juárez Cisneros.

A uno lo asesinaron, a otro lo tumbaron del poder y el tercero es senador que todavía puede dar muchas sorpresas como buen acapulqueño de La Laja, que se mantiene a prudente distancia del gobernador Héctor Astudillo Flores.

Curioso fenómeno en los políticos exitosos que cuando conocen las mieles del poder no lo quieren soltar y quisieran perpetuarse en él de cualquier modo, mal mental nada exclusivo de los mexicanos, sino de los latinoamericanos y europeos.

¿Cuántos dictadores ha habido en este continente? Más de la docena; vigentes aún Fidel Castro Ruz, Evo Morales, Nicolás Maduro, el tambaleante de Venezuela, y hubo otros que dejaron la vida como Porfirio Díaz, de algún Modo Plutarco Elías Calles, Anastacio Somoza, Joaquín Chamorro, Augusto Pinochet, Hugo Chávez y hasta damas como Evita Perón y otras que se reeligieron.

Con la faraónica reforma política que se avecina en México en cuanto amaine la revuelta magisterial, pretenden abrogar el principio maderista de la no reelección presidencial y de gobernadores; el camino ya está abierto con la de alcaldes y diputados que fast track no pondrán objeción y quizá, mientras son peras o manzanas, aprobarían extender el periodo de Enrique Peña Nieto a ocho años, o de plano transformar el plan sexenal a decenal, como cuando Lázaro Cárdenas dejó atrás los cuatrienios tradicionales en 1934.

De aprobarse la reelección no inmediata de presidentes, el que tiene mucha cuerda, vigor, presencia y poder real resulta ser Carlos Salinas de Gortari; Zedillo, Fox y Calderón ni de relajo, menos Luis Echeverría que ya lo reclama la tierra.

Pero si eso corre por los pasillos federales de Bucareli y Los Pinos, ¿cómo andan las turbulencias en los estados?

Más de dos guerrerenses quisieran regresar o llegar al palacio de Chilpancingo, aunque fuera como interinos en un caso dado, por lo que pudiera sobrevenir si no controlan a tiempo la narcorevuelta magisterial en alianza con los grupos armados de dizque autodefensa.

En lo oscurito trascendió que hay solicitudes para formar nuevos partidos en el estado, como aquellos que usufructuaron unos añitos Heriberto Noriega Cantú y Carlos Sánchez Barrios, que no por chiquilines dejan de ser codiciados por las prerrogativas financieras y como agencia de buenos empleos y diputaciones de relleno democrático.

Tan sencillo como que algunos hijos de políticos prominentes del pasado quieren seguir los pasos de sus progenitores, que además cuentan con lo necesario para financiarlos, pues no solo implica reunir más de diez mil firmas y cumplir con equis número de asambleas constitutivas, sino tener reservas con qué financiar el proceso de creación.

No hace mucho y ustedes lo recordarán, el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo se quedó a medias con su partido SINERGIA; que no nos extrañe que nos dieran la sorpresa Rubén Figueroa Smutny y Ángel Aguirre Herrera, los hijos de Añorve o hasta Jorge Salgado Parra por ejemplo, debutando como cabezas de nuevos partidos locales con la tirada de contender por alcaldías estratégicas, regidurías, sindicaturas y diputaciones.

En este mundo nada es imposible pues y en Guerrero mucho menos.

¿Supieron de la reunión en que varios diputados pidieron al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero reincorporarse al PRD en desmoronamiento porque Agustín Basave no sabe si se queda o se va?

Dicen los que saben, que a la inquieta luchadora Beatriz Mojica Morga, por el solo hecho de ser mujer, no la dejarían ocupar la presidencia nacional del partido; que en todo caso suplicarían al “Jaguar” Armando Ríos Piter ocupar, aunque en su mira esté gobernar la Ciudad de México después de Miguel Mancera.

Así las cosas puede otearse en el ambiente un posible retorno a la escena de Ángel Heladio Aguirre Rivero para hacerse del PRD en liquidación, tras la debacle del PRI por el “huracanpan” del pasado domingo 5 de junio que puso en aprietos a Manlio Fabio Beltrones Rivera, al que parece que le espera alguna embajada.

-¡Tillín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿quesque que ya andan asomando la cara muchos aguirristas?

-Ujule chamacos, es que como que son bipolares, igual se dicen añorvistas desde endenantes y como hubo aquel perdón en el 2011, andan con dos veladoras encendidas.

-¿Y a los renejuaristas como los ve?

-Esos son muy discretos y no aflojan prenda, aunque igual tienen su corazoncito y con las reformas políticas que se avizoran hay muchas expectativas.

-¿Y los zeferinistas no se rajan?

-Tampoco, de perfil bajo pero siguen vigentes igual que los figueroístas.

-¿Es pura nostalgia del poder teacher?