* El secretario de Finanzas aseguró que el aparato burocrático estatal, además de obeso, “impide al gobierno desplazarse adecuadamente”
GILBERTO GUZMÁN
El secretario de Finanzas y Administración del gobierno estatal, Héctor Apreza Patrón, informó que la suma de los bonos que el gobierno de Guerrero otorga para sus trabajadores durante el año, representa una erogación de 700 millones de pesos, lo que incrementa la crisis financiera que arrastra la entidad.
El funcionario dijo además que hay un número excesivo de servidores públicos en la estructura de la administración pública, y aseguró que “podríamos quitar al 40 por ciento de los trabajadores y el aparato administrativo funcionaría muy bien”.
Indicó que en los últimos años, durante los gobiernos del Partido de la Revolución Democrática, hubo un crecimiento desmesurado del aparato burocrático guerrerense, el cual no se puede reducir porque se trata de empleados que ahora ya tienen derechos laborales.
Reconoció que el empleado no es el responsable de su contratación, si no de quienes en su momento tuvieron responsabilidades administrativas.
“Por un lado tenemos un aparato burocrático excesivo, muy obeso que incluso le impide al gobierno desplazarse adecuadamente”, expuso Apreza.
Indicó que al hacer una revisión sobre las conquistas de los trabajadores, lo que se ha encontrado es una gran cantidad de bonos que se otorgan a los servidores públicos.
Refirió que durante las gestiones que se realizan ante el gobierno federal se ha percatado de que Guerrero es reconocido como ‘el estado del bono’, por la cantidad de apoyos adicionales que tienen los empleados del sector central, la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), la Secretaría de Salud (SS) órganos autónomos y Organismos públicos descentralizados (OPD’s).
Precisó que los bonos se otorgaron en administraciones pasadas, pero básicamente son “el bono del gobernador”, que es una práctica destinada para algunas áreas, misma que se generó como un mero acto de populismo.
“Por quedar bien, no midieron el impacto presupuestal que habría para el estado”, indicó.
Se suma el bono del Día de las Madres, del Día del Padre, del Servidor Público y de fin de año, entre otros, agregó el funcionario.
Comentó que con base a una revisión hecha respecto al contexto nacional, se confirmó que no hay en el país una entidad que tenga la cantidad de apoyos en forma de bonos que otorga el Gobierno de Guerrero.
Reconoció que hay algunos bonos que están justificados y que están en todos los estados de la República, pero hay otros que sí generan una sangría severa para las finanzas del estado.
“Si sumáramos, porque hay conquistas laborales en diferentes áreas, nos vamos a encontrar con un dato que supera los diez bonos, que al año le cuestan al estado arriba de 700 millones de pesos”, admitió.
Reconoció que no existe mucho margen de maniobra para revertir la situación, ya que en muchos casos se trata de conquistas consolidadas por los trabajadores a través de su sindicato, aunque hay casos en los que solamente se puede hablar de dádivas otorgadas por ex gobernadores en meros arranques de populismo.