Rendición de Maximiliano

 

Por Chanssonier

 

Traído de Europa por un grupo de conservadores, el emperador Maximiliano de Habsburgo rindió su espada el 15 de mayo de 1867, siendo fusilado en compañía de dos de sus lugartenientes, Miguel Miramón y Tomás Mejía, en el Cerro de las Campañas, en las goteras de la ciudad de Querétaro, en el mismo lugar de su detención, por el gobierno del presidente Benito Juárez, llevando a cabo la ejecución el general Mariano Escobedo, jefe de las fuerzas liberales.

Maximiliano en su aventura fue apoyado por Napoleón III, emperador de Francia, quien miró en esa acción la posibilidad de atacar a los Estados Unidos, que en ese momento atravesaba por un movimiento armado interno, entre los estados del norte y los del sur, en los que salieron victoriosos los primeros.

En julio de 1864 Maximiliano y su esposa Carlota, hicieron su arribo a la ciudad de México, habiendo estado de manera previa en la Villa de Guadalupe; desde su llegada se pudo advertir el desagrado de la población, que no simpatizó con el ejército francés sostenedor del trono; cuando éste retornó a Europa empezaron las calamidades del imperio, que poco a poco se fue desmoronando, sostenido solo por grupos de apátridas que más adelante también desertaron.

Sintiéndose abandonado, el emperador de México no tuvo más remedio que rendirse, iniciándoselo enseguida un proceso judicial, mediante el cual fue sentenciado a muerte, siendo fusilado un mes después en el mismo lugar de su aprehensión. José Luis Blasio que fue su secretario particular, años después de estos hechos escribió su interesante libro “Maximiliano Intimo”, en el cual relata y rescata la vida del hombre al que sirvió.

 

Tlacoachistlahuaca

 

Hace varios años tuve la oportunidad de conocer, el municipio de Tlacoachistlahuaca enclavado en la región de la Costa Chica; a diferencia de ahora que tiene una carretera petrolizada, la cual lo comunica con Ometepec, lo hice a caballo; había una distancia de 25 kilómetros media entre ambos lugares. De origen mexicano el nombre del municipio, que lleva el mismo la cabecera, se traduce al español como tlacoaches en la llanura, porque seguramente hace tiempo estos animalitos tenían una extensa población, lo que ahora no sucede.

Las tierras del municipio formaron parte de la provincia azteca de Ayacaxtla, las cuales fueron conquistadas por el capitán español Pedro de Alvarado  en 1522; de este lugar fue originario el afroindígena Juan del Carmen, quien tuvo una destacada participación al lado del general Vicente Guerrero, en la guerra de independencia.

Posiblemente su aislamiento por muchos años, retardó su progreso siendo en las últimas décadas cuando se le rescató del olvido que vivió por cientos de años. El municipio fue creado el 11 de mayo de 1872 mediante el decreto número 22, expedido por el gobernador general Francisco O. Arce, con una porción territorial del de Xochistlahuaca.

En materia agrícola sus tierras sembradas de maíz son las más importantes, contando con una ganadería que también eleva su producción. En materia educativa la escolaridad llega a la secundaria, contando con servicios básicos en materia de salud; la población está integrada mayormente por indígenas y de descendencia africana.

Actualmente pocos beneficios ha recibido de los gobiernos, siendo por eso que su progreso ha sido lento pero firme.