* Policías del estado y municipales tuvieron a su disposición 382 rifles G36, considerados los más letales de su tipo, fabricados en ese país, a pesar de que está prohibida su venta a entidades como la nuestra

 

Fernando Hernández

 

Cuatro meses después de los hechos de violencia ocurridos en Iguala el 26 de septiembre del 2014, el gobierno del estado reconoció que tanto elementos de la Policía Estatal, así como los policías municipales, tenían a su disposición al menos 382 rifles correspondientes al modelo G36 Heckler and Koch, considerados los más letales del mundo.

La empresa fabricante de estos fusiles envió, hasta el 2011, de manera ilegal, cargamentos con alrededor de 10 mil rifles de alto poder a México, a pesar de las restricciones internacionales para proveer de armamento a estados como Guerrero, en los que se registran de manera sistemática violaciones graves a los derechos humanos.

En la relación de Bienes Patrimoniales de la Subsecretaría de Seguridad Pública al que se tuvo acceso, se observa que hasta enero del 2015 las corporaciones policiacas en Guerrero tenían en su poder al menos 382 armas alemanas, cuya venta a estados en los que se reportan violaciones graves a los derechos humanos está prohibida por las leyes de la Comunidad Europea.

En la glosa de su informe de actividades correspondiente al año pasado, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, informó al Poder Legislativo que cuando recibió el mando de la dependencia de parte de su antecesor Leonardo Vázquez Pérez, no se le entregó ninguna relación del estatus del estado que guarda el armamento de la SSP.

Reveló que incluso 230 armas largas estaban perdidas y pudieron haber sido “robadas”, y por ende estar en manos de los grupos de la delincuencia organizada.

Luego de los ataques contra normalistas registrados en Iguala, que derivaron en la desaparición de 43 de ellos, la Procuraduría General de la República (PGR) decomisó a la Policía Preventiva de Iguala más de 30 rifles de asalto G36 de la firma Heckler and Koch, que pudieron haber sido usadas en los hechos de violencia.

El 18 de mayo, el diario alemán Stuttgarter-Zeitung informó que varios ex empleados y directivos de la empresa Heckler & Koch serán juzgados por violar la Ley de Control de Armas, al vender rifles de asalto G36 a gobiernos en zonas de conflicto en México, entre ellos al del estado de Guerrero, lo que contrasta con el hecho de que en nuestro estado no hay nadie que también sea sometido a juicio por esa compra ilegal.

La corte de Stuttgart admitió la acusación presentada en noviembre por la Fiscalía de esas ciudad, en la que se afirma que los acusados estuvieron implicados, entre 2006 y 2009, en el envió y venta ilegal de armas y accesorios a zonas mexicanos donde no había permiso para ello.

A pesar de que trece personas investigadas quedaron absueltas tras la investigación, los acusados son dos ex directores, dos ex gerentes de marketing, así como una representante de ventas de la armería.