Andrés Campuzano

 

Muchos medios periodísticos escritos y electrónicos se han derrumbado por la irresponsabilidad de reporteros y de sus editores.
He escuchado que ahora lo máximo para “informar” son las redes sociales, y fíjense que no es cierto.
Las redes sociales ganan en tiempo, más no por la credibilidad. Por el abuso que hay ahí.
Si el argentino Messi mete un gol al minuto 6, a los 2 segundos después la imagen del fantástico pepino ya está en las redes. Sí, efectivamente, se gana en tiempo, pero no en el análisis.
Si algún maloso propaga una balacera y luego dice que hay tiroteos en todos lados, como si se tratara de otro conflicto bélico como el de Irak, pero llámese ahora Acapulco, como intentaron hacer creer algunos irresponsables, lo único que están lesionando de una forma bárbara es a la red en la que se escudan.
¿Quién va a creer en las redes sociales luego del irresponsable manejo que dieron y crearon la psicosis terrible entre los acapulqueños hace poco?
Nos quedamos, sí, con el hipotético gol de Messi, pero por el pánico entre acapulqueños ¿quién paga?
No estoy contra la censura periodística, pero no es casual que en Cuba y China sus gobiernos no permitan el uso del internet, porque ya se vio que las redes sociales son un arma de doble filo…
demasiadas peligrosas para la sociedad, ya no se diga para algún gobierno.
El filósofo italiano Umberto Eco advirtió que en la redes “se refugian cientos de miles de idiotas” que manejan de manera perversa –algo así—, sus bajos instintos, sin que nadie les diga nada.