Temas Cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

 

 

Deben ser coadyuvantes

 

La siembra de drogas tiene a la región serrana convertida en un polvorín; ayer un lugar en donde sus habitantes se esforzaban, por sacarle el mejor producto a sus tierras, es ahora peligrosa por los diversos cárteles existentes, los cuales han arrastrado a buena parte de la población, a participar en tareas ilícitas, lo que ha traído como consecuencia que numerosos pueblos se armen en contra la delincuencia, la que además se ha dedicado al secuestro.

Recientemente dos profesores que laboran en San Miguel Totolapan, fueron secuestrados por un grupo de la delincuencia organizada, lo que ha conllevado que habitantes de 12 pueblos se hayan armado. En San Juan Tehuehuetla unos 3 mil comunitarios, están listos para tomar las armas en caso de sufrir nuevas agresiones, se conoce.

Es entendible su desesperación, pero al hacerlo como pretenden estarían violando la ley, cuando el mejor camino es que autoridades y quienes se dicen amenazados, unan sus esfuerzos para hacer frente a quienes hoy no los dejan tener una vida de paz y tranquilidad.

Lo menos recomendable es hacerse justicia por mano propia, porque no se vive la ley de la selva, si no dentro de un estado de derecho, siendo las autoridades a quienes corresponde que todo se canalice por sendas legales.

Es entendible que como están las cosas, los comunitarios tomen las armas para defenderse; sin embargo sus acciones deben encuadrarlas dentro del marco legal. Si los delincuentes son combatidos por diferentes frentes, seguramente la tranquilidad ahora trastocada volverá a reinar. Solo una tarea coordinada entre pueblo y gobierno, logrará que la región ahora agitada vuelva a tener la vida normal que siempre la caracterizó.

 

En busca del dinero

 

En México los campesinos están organizados para votar, no para hacer producir la tierra. Esta lapidaria frase fue acuñada hace muchos años, por el extinto político jalisciense Esteban García de Alba, la que continúa vigente hasta nuestros días porque así es.

Para que la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) los complazca, militantes de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas de Guerrero, le exigió le entregue 30 millones de pesos para proyectos productivos; el grupo encabezado por el diputado perredista, Sebastián de la Rosa Peláez, se apoderó del edificio de la dependencia aludida, dejando salir solo a las mujeres, en tanto los hombres fueron retenidos por espacio de varias horas, sin que tuvieran éxito en su propósito.

Se ha vuelto mala costumbre que si alguna agrupación desea algo del gobierno, lo primero a lo que recurre es a la toma de oficinas, en la creencia que allí les pueden resolver sus deseos.

Con el dinero que exigen les sea dado a los protestantes, se podrían construir obras públicas que tanta falta hacen en el medio rural.

Darles dinero a campesinos al igual que a desempleados, sería tanto como tirarlo a la basura; quien quiera resolver sus problemas debe trabajar para hacerlo. Estirar la mano no es lo más recomendable, porque quien tiene problemas debe resolverlos trabajando, no esperando que desde el cielo Dios le conceda todos sus deseos.

 

Unir sus esfuerzos

 

Una vez más la zona de Chilapa está convulsionada; en esta ocasión habitantes de algunos de sus pueblos volvieron a armarse, ante la posibilidad que el grupo delictivo denominados “Los Rojos”, sean los autores del secuestro de una mujer campesina; por lo anterior un grupo de integrantes de la organización Pueblos Unidos de la paz y la justicia, tomaron las armas para enfrentarse al grupo rival, al que consideran responsables de la grave delincuencia que están viviendo.

Si los comunitarios están seguros, que los días agitados por los que atraviesan son por culpa de “Los Rojos”, deberían considerar la posibilidad de coordinar su tarea, con la que realiza el ejército mexicano y las diversas policías, para que de manera conjunta abatan a quienes les han ocasionado, vivir en la incertidumbre y la intranquilidad.

Mientras las fuerzas públicas no actúen con decisión y rigor, siendo solo espectadoras como hasta ahora, la delincuencia con bajará, por el contrario se incrementará más, ante la indecisión del gobierno a intervenir para terminar los días angustiosos, que ahora son su característica.

Los comunitarios deben actuar apegados a la ley; de no hacerlo así las puertas estarán abiertas, para todo aquél que satisfaga apetitos personales, en lugar de canalizarlos por la senda de la ley.

El hecho que los comunitarios sean tolerados por el gobierno en sus procederes, esto no significa que gozan de libertad para hacer lo que quieran. Su tarea debe de ser de coadyuvancia, no de enfrentamientos con las autoridades como se ha podido advertir.

 

Legalización de drogas

 

Desde el momento que ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, votaron en el sentido de liberar la marihuana en pequeñas cantidades, utilizándola para uso medicinal, el tema bien pronto tomó dimensión nacional, en diversos foros convocados para discutir el tema, que por muchos años fue campo vedado, imponiendo penas de cárcel tanto para productores, promotores y consumidores.

Actualmente este asunto está en mano de los senadores, siendo éstos quien tienen la última palabra sobre el particular, aunque de manera anticipada se da por seguro su despenalización.

Para conocer su opinión sobre el tema, fue entrevistado el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien se expresó partidario de despenalizar ambos narcóticos, siempre y cuando sean utilizados por la ciencia médica, en dosis que sirvan para remediar enfermedades.

Por otra parte un control estricto en la siembra y comercialización de las drogas, traerá como lógica consecuencia no existan narcotraficantes ricos y campesinos pobres, porque la integración de los cárteles han traído como resultado, sembradores pobres y narcotraficantes ricos. Al legalizarse las drogas el panorama futuro será diferente.

Este asunto será discutido por los senadores, en su próximo período de sesiones; al igual que Astudillo Flores se piensa que lo mejor es regular las drogas. Cuando así sea su consumo podría disminuir, porque siempre lo prohibido logra tener muchos seguidores, los que disminuirán notablemente cuando lo que ahora tiene un castigo severo, sea escaso en el futuro.