Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Obispo a favor de siembra de drogas

 

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, opinó que de restringirse el cultivo de la amapola en algunos municipios de la entidad, podría dar origen a un levantamiento social, porque el hambre es la madre de todas las guerras si no se tiene que comer; por lo tanto se mostró partidario que el gobierno dialogue con la delincuencia organizada, para conocer sus puntos de vista sobre la situación de violencia por la que se atraviesa.

Lo declarado por el alto dignatario de la iglesia católica es exagerado, porque antes de la siembra de drogas los campesinos se dedicaban mayormente al cultivo del maíz y el frijol, base de la dieta de la población guerrerense; también a sacarle provecho a las zonas arboladas.

No se entiende por qué ahora puede haber un estallido social, si no se les permite sembrar drogas, porque no toda la gente está participando en esa ilícita tarea, ya que la mayor parte de la población serrana, está dedicada a trabajos honestos, siendo pocos quienes actúan al margen de la ley.

En breve el gobierno habrá de liberar el uso de la marihuana, la cual se permitirá un uso restringido, siempre y cuando se utilice con fines medicinales; no es el caso de la cocaína que continuará siendo una droga prohibida.

Si desde siempre los campesinos habían sembrado productos para sus mesas, no se mira la necesidad de permitirles sembrar drogas, que solo ocasionan una grave descomposición social. El hecho que un pastor de la iglesia católica, abogue a favor de las drogas, su opinión es una más entre quienes quieren su despenalización, así como quienes desean continúen siendo drogas prohibidas por las autoridades.