Temas Cotidianos
Por Félix J. López Romero
¿Dónde están los muertos?
El periodista Carlos Loret de Mola en su noticiero de Televisa, entrevistó al gobernador Héctor Astudillo Flores, quien en referencia a la delincuencia que padece la entidad, le expresó que contra ella no habrá tregua, asegurando que en el lapso de un año podrán advertirse sus resultados.
En la plática fue tema insoslayable una balacera, la que supuestamente le costó la vida a policías federales, quienes fueron atacados por sorpresa por miembros de la delincuencia organizada. El mandatario estatal negó los hechos, diciendo que de haber ocurrido los cuerpos hubieran sido levantados por las autoridades, llevándose inicialmente al servicio médico forense, para enseguida entregarlos a sus familiares para su sepelio.
Efectivamente de suceder las cosas como las publicó la prensa, hubiera dado a conocer las fotografías de los muertos, lo que no ocurrió por apartarse de la verdad. Al parecer con estas cosas se trata de desacreditar al puerto de Acapulco, aunque todo intento por hacer se queda en eso, porque sus playas siempre están llenas de vacacionistas.
Si la prensa no magnificara los hechos delictivos, pasarían prácticamente desapercibidos, pero como se les ofrece una amplia cobertura crían un falso marco de los hechos. Que hay delincuencia en Acapulco es algo que no se puede ocultar; sin embargo son fantasmagóricas muchas de las versiones, que se abonan todo lo malo que allí sucede, que seguramente no es mucho porque de ser así nadie se expondría al peligro.
Escuelas sin maestros
La grave inseguridad por la que se está atravesando, ha originado que en algunos lugares sobre todo la región serrana, los maestros han abandonado las aulas ante el temor de ser asesinados o secuestrados por la delincuencia, que se ha desbordado en esa parte de la entidad.
A pesar de eso padres de familia de la secundaria técnica “Jaime Torres Bodet”, ubicada en el pueblo de Tlacotepec, le están exigiendo a la secretaría de Educación en Guerrero (SEG), les mande 12 maestros por lo cual el plantel tiene clausuradas sus puertas.
En estos momentos sería una insensatez el envío de docentes, debido a las agresiones que han sufrido, habiendo sido asesinados algunos de ellos, en tanto otros secuestrados exigiendo rescate a sus familiares por su liberación.
Es lamentable que estén clausuradas algunas escuelas, por temor a la delincuencia que actúa en esa parte de la región serrana. ‘¿Pero qué hacer ante lo que ocurre?. Padres de familia de Tlacotepec estuvieron en esta ciudad, exigiendo que la plantilla laboral escolar retorne, porque algunos cientos de niños no tienen clases. A su favor los docentes exigen seguridad en sus tareas, las cuales no pueden desarrollar, por el clima violento que prevalece en la zona.
Ante lo que ocurre el gobierno debe destinar policías permanentes en el lugar; quizá solamente así la secundaria podrá reabrir sus puertas, porque no se mira otra forma que se pueda llevarse a cabo. El problema es realmente complicado.
Ganar la calle otra vez
Es la primera vez que se recuerde, que eventos históricos de importancia, se tengan que cancelar o bien llevarse a cabo en salones cerrados, ante el temor que delincuentes lleguen armando balaceras. Este año el tradicional Día del Trabajo, el cual tiene poco más de un siglo de efectuarse, se realizó en Acapulco en un local comercial, en donde fue servido un desayuno encabezado por el gobernador del estado.
En esta ciudad dicho evento fue cancelado, ante la posibilidad que miembros del crimen organizado se filtraran; como es mejor prevenir que lamentar, desde lo alto del poder público se tomó la determinación de no realizar nada.
Mayo es un mes de numerosas festividades; el próximo 5 de mayo se recuerda con un desfile, que ese día del año de 1862, las tropas mexicanas derrotaron a las francesas en Puebla. Es casi seguro que la fecha pasará por alto, dado el clima de inseguridad que se está viviendo.
El temor es de toda la población; el presidente de la república Enrique Peña Nieto, celebró el Día del Trabajo en la presidencia oficial de Los Pinos, para no exponerse a diversas expresiones de enojo, de parte de la clase obrera que no fue invitada, haciéndolo solo líderes bien identificados por el gobierno.
Están en puerta otras festividades, como son el Día del Maestro o de la Madre, los que podrán realizarse sin contratiempos, por ser aniversarios que se realizan dentro de los inmuebles escolares.
Debe dejar el miedo
A partir de la expedición de las Leyes de Reforma, realizada por el presidente Benito Juárez, la iglesia católica mexicana se enclaustró en sus instalaciones, saliendo a la calle no hace muchos años con motivo de la reformas legales, llevadas a cabo en el curso del gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari. Desde entonces sus pastores andan por doquier, opinando sobre los diversos problemas que vive el país, sobre todo el que se refiere a la delincuencia, de la cual se dice preocupada por la aparición del crimen organizado, a quien se señala como responsable de los días críticos por lo que se atraviesa.
Ante el panorama incierto que se observa motivado por la violencia, el máximo pastor de la iglesia católica en la entidad, arzobispo Carlos Garfias Merlos, manifestó en Acapulco en donde fue entrevistado, que ante el negro panorama que se advierte, exigió a los guerrerenses sacudirse el maldito miedo, haciendo frente a las adversidades para no pasar, como una sociedad conformista y agachada, la que se conforma con migajas, sin aspirar a la justicia y la paz.
El jueves de la semana pasada un grupo de habitantes de la sierra, particularmente de Chichihualco, Tlacotepec y San Miguel Totolapan, desquiciaron la vida de esta ciudad; en esa ocasión no le tembló la mano al gobierno para actuar, deteniendo la policía federal a un alto número de belicosos, los que ahora están en la cárcel.
Esta misma forma de proceder debe continuarse, para que todos los que se empecinen en desquiciar la vida tranquila de la población, sean detenidas y consignadas al Ministerio Público, en donde se le dará una pena acorde a los daños originados.