* El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa dijo que “el hambre es la madre de todas las guerras y si no tienen qué comer ni oportunidades” en esa zona, “entonces sí se levantarían”
* Consideró que el gobierno federal debe dialogar con la delincuencia organizada para escuchar sus puntos de vista sobre la situación de violencia en el estado
Gilberto Guzmán
Después de señalar que el gobierno debe dialogar con los miembros de la delincuencia organizada para escuchar sus puntos de vista sobre la situación que prevalece en Guerrero, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, advirtió que si en la zona de la Sierra se restringe totalmente la producción de amapola, sin generar alternativas reales para detonar la economía de sus habitantes, la consecuencia será un gran levantamiento social en esa región.
El jerarca católico fue entrevistado ayer durante los festejos a la Santa Cruz, en el barrio del mismo nombre en Chilpancingo, donde expuso que ante la severa problemática que enfrenta la entidad en materia de inseguridad, lo recomendable es mantener el diálogo –incluso con los delincuentes— para conocer los puntos de vista de cada ente social y de esa manera llegar a un acuerdo.
Aclaró que no plantea institucionalizar la droga, pero consideró importante tomar en cuenta que cada efecto tiene una causa, y en el caso de la violencia, ancestralmente se tiene el antecedente de la descomposición social que genera la falta de oportunidades de desarrollo, entre otras cosas por las deficiencias en el sistema educativo vigente.
“Hay una falta muy clara de oportunidades para los jóvenes, entonces no tienen otra opción y le dan por los grupos de narcotraficantes”, señaló.
Rangel Mendoza advirtió que si en estos momentos se camina en la ruta de la violencia, lo que se cosechará en el futuro será más descomposición social.
Cuestionado sobre la polarización que se ha generado entre los dirigentes de la Sierra y el gobierno estatal, el obispo explicó que la situación no es sencilla, porque para restringir aún más el cultivo de la amapola se deben generar también alternativas reales para detonar la economía de esa región de la entidad.
Cuestionó que de llevarse a cabo alguna modificación en el cultivo de esta planta, “¿de qué van a vivir esas personas?”.
Y precisó: “Yo insisto en que si se les quita eso allá arriba (la producción de amapola), entonces habrá un verdadero levantamiento social, porque yo siempre lo he dicho: el hambre es la madre de todas las guerras y si no tienen qué comer ni oportunidades, entonces sí se levantarían”.
Señaló que en varias ocasiones los dirigentes de las organizaciones sociales con presencia en la Sierra denunciaron que desde 2013, cuando la zona fue golpeada por los huracanes ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, ninguna autoridad los ha respaldado, situación que genera un gran descontento.
Insistió en que las autoridades deben dialogar con los grupos que han generado violencia en las principales ciudades de la entidad, para conocer lo que piensan de la forma en que se ha deteriorado la imagen de Guerrero ante los ojos del mundo.
“Los que deben dialogar más son las instituciones a nivel federal, porque de ahí vienen todos los recursos y mientras no se cambie el panorama de la educación y la escasez de oportunidades, la situación seguirá igual”, insistió el Obispo.