Estrategia de seguridad con reducción de daños
Jesús Lépez
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, asegura que la estrategia de seguridad ha funcionado en otros estados y afirma que en Guerrero también debe hacerlo, pero no ha sido así. Esperamos que el gobierno federal ya se haya preguntado por qué y trazado una nueva ruta con base a la respuesta que haya obtenido y que no se ha comunicado a los ciudadanos.
No dudamos que el segundo hombre más informado de México –el primero es el presidente— ya sepa el por qué, y las acciones que anunció en Acapulco sean las adecuadas para terminar con esta crisis de violencia.
Sin embargo, el que la reunión con empresarios de este lunes haya sido únicamente con el gabinete de seguridad, sin la participación de los ejes rectores del sector como son Hacienda y Economía, nos manda el mensaje de que no se está tomando en cuenta la integralidad de las consecuencias de la violencia.
La falta de convocatoria a la Secretaría de Desarrollo Social, también deja fuera los factores de pobreza, desigualdad y desintegración familiar.
Hemos dicho en varias ocasiones que el éxito en Ciudad Juárez Chihuahua, otrora la ciudad más violenta de México, que ahora es Acapulco, fue una estrategia de concurrencia de los programas federales de todo tipo.
Es comprensible sin duda que el motivo y objetivo preponderante de la reunión haya sido la seguridad. No obstante, debió tomarse en cuenta que la situación ya tuvo estragos no solamente entre las víctimas que no estuvieron representadas en las listas de invitados donde no se pensó en convocar a las organizaciones de desaparecidos o de derechos humanos.
La reunión fue pensada solamente para empresarios pero sin propuestas específicas para ellos, sobre todo para los que la semana pasada comenzaron a cerrar temprano por miedo, o para los hoteles que recibieron cancelaciones en lugar de turistas.
Sabemos que hay una parte del sector que es oportunista para buscar dineros a fondo perdido o no pagar aquellos financiamientos que ya le fueron otorgados, pero también que existe una afectación real que está impactando fuertemente en las fuentes de empleo.
El gabinete de seguridad tiene la película completa y es impostergable involucrar a otras áreas del gobierno federal.
Es de esperarse que esto suceda en las reuniones mensuales que planteó el secretario de Gobernación y que el gobernador Héctor Astudillo esté pendiente de que así sea, porque a la par del combate al crimen debe ir una política de reducción de daños que permita a Guerrero seguir caminando sin detener la marcha como pasó lunes y martes de la semana pasada en Acapulco.
Ni el combate a la delincuencia ni la economía del estado pueden detenerse por ningún motivo.