* El arzobispo de la Diócesis de Acapulco advirtió ayer que el temor “puede hacer de nosotros una sociedad conformista y agachada, que se conforma con migajas y no aspira a la justicia ni a la paz”

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— Al cumplirse ocho días de los hechos violentos que generaron temor en la ciudadanía, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, pidió a los guerrerenses y acapulqueños “sacudirse el miedo” y salir de la crisis para poder lograr la paz y aspirar a tener un mejor futuro.

“El maldito miedo puede hacer de nosotros una sociedad conformista y agachada, que se conforma con migajas y no aspira a la justicia ni a la paz. Ahora más que nunca Guerrero y Acapulco necesitan una salida a esta crisis en la cual todos los miedos se conjugan y se mezclan como un torbellino de desesperanza que bloquea el futuro”, dijo el jerarca católico.

Monseñor Garfias Merlos explicó que “el miedo forma parte de nuestra condición humana. Y se presenta en las personas como en la sociedad. Los miedos actuales de nuestra sociedad se deben a la amenaza de la violencia y la inseguridad”.

Dijo que la sociedad guerrerense y acapulqueña ha sufrido en carne propia, de manera directa o indirecta, alguna de las variadas formas de violencia generada por el crimen organizado en los últimos años, tales como secuestros, homicidios, desapariciones, desplazamientos forzados, extorsiones, amenazas y cobro de piso, entre otras.

Estas violencias, manifestó el prelado católico, dejan secuelas hondas y duraderas si no son atendidas de manera directa y sistemática. “Una de ellas, es el miedo que llega a convertirse en terror. Incluso la población no afectada por la violencia en su círculo familiar o cercano, está impactada por el miedo que la circunda”.

Este miedo, agregó, “se respira en el ambiente y determina conductas, rutinas diarias, actitudes y, aun, estilos de vida. Un efecto que puede provocar el miedo es el aislamiento, la desconfianza y la fragmentación social”,

Consideró que “así como el miedo es una amenaza social, puede ser una gran oportunidad para pasar de la parálisis y el deseo de venganza, a la responsabilidad social”, por lo que es necesario, en primer lugar, creer en nosotros mismos, en nuestras potencialidades, en la posibilidad de cambiar el presente y de diseñar el futuro de otra manera y en segundo lugar, no perder la capacidad de soñar un futuro distinto y creer que otro mundo es posible.

Convocó a que “derribemos el muro del miedo que no nos permite inventar horizontes nuevos para salir adelante. Necesitamos sacudirnos el miedo desde la interioridad de cada guerrerense y acapulqueño, que se arriesgue a convertirse en una persona responsable de sí misma, de la ciudad y del estado, porque de otra manera, no hay futuro que sea posible”, indicó.

En cuanto a la celebración del Día del Trabajo, Garfias Merlos pidió que se promuevan condiciones laborales que dignifiquen a los trabajadores y respeten sus derechos laborales, de manera que ellos puedan contribuir de buena manera al bienestar social, al mismo tiempo que procuran el bien de las empresas.

“Es lamentable la situación crónica de desempleo y subempleo que prevalece entre nosotros y que contribuye a aumentar la descomposición social como factor de la violencia e inseguridad que padecemos. Seguimos llamando a todos para que confluyan los esfuerzos tanto de las autoridades como de los empresarios para lograr abatir dicha situación, lo que tendrá como efecto condiciones más favorables para la paz”, finalizó.