Temas cotidianos
Por Félix J. López Romero
Ofrecerle paz a la población reto que se cumple
La población de manera mayoritaria está de acuerdo que elementos de la policía federal, hayan actuado con severidad desalojando y deteniendo a grupos de rijosos, quienes defendiendo sus propios intereses estrangularon la vida de la capital estatal, con un bloqueo sobre la Autopista del Sol que duró varias horas, hasta que el gobierno se decidió a actuar con dureza, siempre del marco de la ley, para proporcionar el libre tránsito a quienes viajaban en ella.
Si quienes se dieron a la tarea de interrumpir el tránsito en esa vía, lo hubieran hecho sin causar daños a terceros, las cosas hubieran corrido con normalidad; como n fue así se tuvo que utilizar la fuerza pública para restablecer el libre tránsito. Por el desalojo 60 personas fueron detenidas, las que se entregaron al Ministerio Público para la consignación correspondiente.
Este paro loco, sin sentido, dejó sin transportación urbana a esta ciudad, porque todo el parque vehicular se sumó al bloqueo carretero, en el que también participaron campesinos de los municipios de Chichihualco, Tlacotepec y otros, cuya exigencia fue no se fumiguen las tierras sembradas con drogas, cuestión que no fue aceptada; de allí su participación.
Al presentarse la policía a llevar a cabo el desalojo, de quienes se habían apoderado de la carretera, hubo un enfrentamiento entre quienes se apoderaron de tan importante vía terrestre, con miembros de la policía que lograron la detención de 60 paristas, los que enseguida fueron entregados a las autoridades de justicia, que serán quienes determinen su situación legal.
En cuanto se refiere a los transportistas locales, que son concesionarios del servicio, debe estudiarse la posibilidad de retirarles ese privilegio, porque en lugar de ofrecer una tarea de calidad, se pusieron en contra de sus favorecedores; por lo tanto debe mirarse si los permisos de los que gozan les son retirados, o bien tolerarles sus desmanes como ha venido ocurriendo.
La ciudad no debe estar a merced de violadores de la ley, sino de quienes saben cumplir con sus obligaciones. Cancelar permisos debe ser el primer paso para poner orden, que traerá consigo una mejor calidad de vida.