* Como suele suceder en situaciones similares, no faltó el aprovechado que sí trabajó y cobró hasta 10 pesos de pasaje por persona; otros prefirieron caminar o hacerlo al no haber alternativa

 

Josefina Aguilar

 

Calles vacías prácticamente, un tránsito de vehículos particulares muy fluido, sin la estridencia de los claxon y embotellamientos generados por la saturación de las vialidades, fue una de las consecuencias que generó en Chilpancingo, el magno paro de transporte público, convocado por la Unión de Permisionarios, aunque también el malestar de la población que tuvo que caminar grandes distancias para llegar a sus centros de trabajo y casas.

Desde el mediodía del miércoles circuló un comunicado fechado el 25 de abril del 2016, asunto: circular UPECH/02/IV/2016, en el que se dio a conocer que el comité directivo y con fundamento en distintos artículos de los estatutos que rigen dicha organización, citaban a todos sus integrantes a la congregación masiva, este jueves 28 de los corrientes, en punto de las 07:00 horas.

El sitio de la concentración, señaló el comunicado, sería las instalaciones de la propia UPECH, haciendo hincapié en que cada socio titular de concesión, estaba obligado a presentarse con la unidad con la que presta el servicio concesionado.

“Socio que no se presente, será acreedor al exhorto y sanción correspondiente emitida por el comité directivo”, sentencia el escrito.

Con esta advertencia, desde muy temprano, las unidades fueron concentradas en la sede de la UPECH, al norte de la ciudad, para ello, ya la población conocía que no habría transporte público, a pesar de los intentos del gobierno del estado, a través del director de Gobernación estatal, Jesús Vargas Vargas, de que habría algunas organizaciones que si estarían prestando el servicio, y que la ciudadanía no sería muy afectada.

Sin embargo, desde muy temprano la población tuvo que caminar para llegar a sus trabajos, las madres de familia con sus hijos de la mano para llegar a las escuelas, donde este jueves, en la mayoría, programaron el festejo del Día del Niño, con la finalidad de no trabajar el viernes y hacer “puente” hasta el próximo lunes 2 de mayo.

La mayor parte de la población, tuvo que caminar grandes distancias para llegar a sus destinos, pocos fueron los taxis que prestaron el servicio, y obviamente apenas se desocupaban, cuando el siguiente pasajero ya estaba abordándolo, se pudieron ver dos o tres combis de alguna ruta hacia el norte de la ciudad, las cuales estuvieron cobrando hasta 10 pesos por persona, cuando el pasaje autorizado es de 5 pesos.

La UPECH aglutina a algunas otras organizaciones de permisionarios, tanto de combis como de taxis, por lo que prácticamente se trató de un paro masivo del transporte público, ni combis ni taxis, todos en paro, dejando calles vacías, libres, sin el congestionamiento vial de todos los días, pero a la población la obligó a caminar grandes distancias. (Notymás)