Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Las drogas origen de la descomposición social

 

Las drogas siempre han existido siendo en el pasado reciente, muy escaso el número de personas adictas a su consumo. Con la aparición de los cárteles su consumo se multiplicó, convirtiéndose en un próspero negocio encadenado, porque desde quienes la siembra hasta quienes la distribuyen, han logrado un cambio en sus vidas ayer sencillas, ahora llenas de ostensiones y lujos.

Actualmente Guerrero se caracteriza por ser una de las entidades, en donde el narcotráfico se ha incrementado considerablemente, dando origen a la aparición de bandas criminales, las que además se dedican al secuestro, entre otras de sus ilícitas actividades, habiendo escogido Acapulco el lugar en donde el pandillerismo tiene aterrorizada a la población, registrándose diariamente muertos, en tanto las tareas comerciales han sufrido una considerable baja, al tener que cerrar infinidad de negocios, ante el clima de inseguridad que se padece.

Según el punto de vista del gobernador Héctor Astudillo Flores, las continuas balaceras que se registraran en ese destino de playa, obedecen a una reacción de pandilleros por la captura del más importante de sus líderes. Lo dicho es de respetarse, pero la alta criminalidad que se registra en ese destino de playa, tiene como manifiesto propósito adueñarse de ese territorio; de allí esa lucha incesantes de los rufianes por tener su control.

Para provocar una mayor zozobra, manos anónimas colocaron cartulinas en numerosos comercios, advirtiendo a la población que vendrán días peores como el del pasado domingo, en donde pandilleros atacaron un cuartel de la policía con resultados trágicos.

Si desde un principio las autoridades hubieran combatido el narcotráfico, éste no se hubiera extendido tanto, ni constituyera una amenaza pública como lo es. Esta enfermedad tiene el cuerpo agónico; si no se le administran medicinas efectivas para que recubre la salud.

Liberar la marihuana para uso médico, es el primer paso para dejar de sembrar la droga, trayendo consigo la paz que reclama la sociedad.