Temas cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Invadir predios cuestión común

 

Por muchos años esta ciudad tuvo una vida tranquila, pareciendo que el viento no movía tan siquiera las hojas de los árboles; la introducción de servicios públicos trajo como consecuencia, que numerosas familias se avecindaran en tierras, que hasta hace poco estaban dedicadas mayormente para la agricultura. El paracaidismo llegó a practicarse como una cuestión común, despojando de sus tierras a los dueños, a quienes se comprometieron a pagarles lo cual nunca sucedió.

Fue tal la voracidad de los invasores, quienes inclusive se posesionaron de reservas territoriales, en las cuales habría áreas verdes para la recreación familiar. Aun cuando tienen años de haberse realizado, el alcalde de este municipio Marco Antonio Leyva Mena, acaba de hacer declaraciones en el sentido, que el ayuntamiento recuperará un centenar de predios, los cuales estaban destinados para áreas verdes.

Se sabe que muchos de los invasores construyeron sus hogares en las zonas invadidas, negándose a desalojarlas a sabiendas cuál sería su destino. En el caso se advierte un acto de corrupción, tanto por parte de funcionarios municipales, como de particulares. Un hogar no se levanta en cuestión de horas. El no haber detenido los trabajos indica hubo corrupción en ambas partes.

A estas alturas vale más un mal arreglo que un buen pleito. Este hecho no es algo casual, porque precaristas construyen en terrenos ajenos; ya conocen que a la larga las autoridades se los regularizan, introduciéndoles servicios públicos además.

En esto de las invasiones mucho tienen que ver los partidos políticos, quienes para obtener una mayor membresía patrocinan a invasores.