Por Felipe Victoria Zepeda

 

CNDH, verdades a flote…

 

Bien decía Sir Francis Bacon que la verdad es hija del tiempo, no de las autoridades…

Luis Raúl González Pérez hurga a fondo en el mierdero macabro ocurrido en Iguala la noche y madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014, las autoridades hicieron todo lo posible por desviar las pesquisas y ocultar evidencias diligenciando las pesquisas a modo, para no molestar a quienes están detrás del apadrinamiento del tráfico de drogas desde Iguala a Chicago en autobuses de pasajeros, pero las cosas van esclareciéndose poco a poco

Indignante que por lo ocurrido con los vándalos de Ayotzinapa, se diera muerte a la certeza jurídica, la credibilidad y  confianza en las instituciones de justicia mexicanas; de paso humillando a peritos de varias materias, abogados, criminalistas, criminólogos y detectives profesionales, añadiendo la “muerte” cívica y política de ex procuradores como Iñaky Blanco Cabrera en Guerrero y Jesús Murillo Karam en la General de la República

Los malos siempre lo serán pues son perversos de nacimiento e ingeniosos, ante el temor de quedar al descubierto el ingenioso y fácil sistema de transportar opiáceos desde Iguala hasta Chicago en autobuses utilizando de escudo humano a pasajeros, enfocaron las baterías primero hacia el entonces gobernante Angel Aguirre Rivero, a quien a toda costa querían sacudirse; usaron de villanos de la película a la bella seductora y mafiosa Angeles Pineda Villa y al matón de su consorte José Luis Abarca Velázquez

Desacatando las órdenes del Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong dejaron escaparse al edil de Iguala y su brujer, en tanto hacían alharaca organizando la búsqueda masiva de los estudiantes reportados como desaparecidos de inicio, e incluso hasta jugosa recompensa se ofreció por cada uno

Como sea la procuraduría guerrerense trató de esclarecer los hechos cuanto antes, dándolos por torturados, asesinados y  quemados según docenas de confesiones de policías y sicarios  presuntamente involucrados, pero… lo primero que se ocuparon de ocultar fue precisamente el móvil: el robo quizá ocasional de un embarque de drogas en un autobús de los que secuestraron los estudiantes malhechores, porque a partir de ahí se podrían acercar las pesquisas al feudo particular de una dinastía relacionada con el autotransporte…

Para conseguir su cometido de quitar del gobierno a Angel Aguirre Rivero, la estrategia fue clasificar de  crimen de estado lo sucedido, culpando nada más porque sí al presidente Enrique Peña Nieto, que tuvo que sacrificar a su cuate y compadre guerrerense; algo similar a marzo de 1996, cuando Ernesto Zedillo mediante Emilio Chuayffet Chemor exigió a Rubén Figueroa Alcocer que pidiera licencia definitiva al cargo…

Y luego por qué dicen que la historia suele repetirse…

Cuenta la anciana cartomanciana, adivina y disque hechicera-vidente, que según la numerología debe tomarse en cuenta el número 17, pues esos fueron los campesinos acribillados en Aguas Blancas en junio del 95’, 17 son los sicarios del cártel de Los Rojos que se infiltraron entre ayotzinapos aquella noche de Iguala que organizaron el robo de la mercancía en el tal “quinto camión” y “por lo menos” 17 son los que el peritaje final en discordia  señaló que sí fueron quemados en Cocula…

Según la Aritmética elemental 17 por 2 son 34, que al revés darían 43, el número final de los desaparecidos febrilmente reclamados por los padres, manipulados por los estrategas de Tlachinollan para enchincharle la borrega al presidente Peña Nieto…

Claro que les suena raro y de mofa, pero debieran saber que incluso el FBI utiliza videntes en sus investigaciones tan técnicas, ¿aquí por qué no?…

Entre que chismerío de que si los abusivos expertos internacionales manipulan para que les prorroguen el jugoso contrato en dólares que Osorio Chong dijo que no les renovarían y la broncota en que se metió Vidulfo Rosales Sierra por tachar de “indígenas piojosos” a sus representados, días antes Don Rubén Figueroa Alcocer rompió el silencio desde Huitzuco…

El guía moral estatal del priísmo en el poder, acompañado de Héctor Vicario Castrejón, sugirió al entrevistador de la Agencia Quadratín que ya era tiempo de indemnizar considerablemente a los padres de los desaparecidos para que cesaran las protestas y presiones al presidente de México, aunque siguieran investigando el paradero de los normalistas victimados como se quisiera…

Prácticamente a la semana después, la CNDH con el informe parcial de Luis Raúl González Pérez y Trinidad Larrieta pusieron como chícharos de maraca a todos los servidores públicos involucrados en las pesquisas sin fin, revelando un testimonio formal de que algunos normalistas de los levantados por policías de Iguala fueron llevados hasta Huitzuco a disposición de “El Patrón”

Vaya una manera de cerrar pinzas…por razones obvias no debo poner en tinta y papel nombres ni apellidos de los que todos los amables lectores tienen en mente por demasiadas coincidencias…

Han sido ya casi 19 meses de pan y circo pretendiendo  engañar a la opinión pública con verdades oficiales retorcidas, para encubrir a los posibles autores intelectuales de la tragedia en Iguala, obviamente quienes “apadrinan” al Cártel amapolero de tierra caliente…

La CNDH y Luis Raúl González Pérez con Trinidad Larrieta no se arrugan ante ningún “patrón” de Huitzuco ni de otra parte…