* Tendríamos que cerrar el Ayuntamiento de Tixtla un año, para poder cubrir el adeudo histórico, que equivale al presupuesto de todo este año, asegura Hossein Nabor

 

* Sólo por laudos laborales se deben 31 millones de pesos, mientras que la administración municipal recibe 30 millones este año del ramo 28 para pagar sueldos y brindar servicios, dijo

 

GILBERTO GUZMÁN

 

El alcalde de Tixtla de Guerrero, Hossein Nabor Guillén, señaló que para cubrir el déficit financiero que arrastra el municipio tendría que cerrar el Ayuntamiento durante año, porque hay rubros como el de laudos laborales en los que se adeudan 31 millones de pesos, más del 100 por ciento de lo que recibe al año para gasto corriente, por citar un ejemplo.

En entrevista, señaló que los municipios pequeños como Tixtla son los que más enfrentan problemas relacionados con la falta de transparencia en el ejercicio de los recursos públicos, porque adolecen de procesos transparentes.

Argumentó que la Ley General de Contabilidad Gubernamental emite criterios para que los alcaldes salientes puedan cumplir solo algunos aspectos en el proceso de entrega-recepción, y por eso hay presidentes municipales pagando los platos rotos de otras administraciones.

“En Tixtla tenemos un adeudo histórico de 116 millones de pesos, eso representa el 100 por ciento de lo que al año, aproximadamente estamos ejerciendo, de todos los ramos, de todos los fondos, de todas las participaciones y de ingresos propios”, indicó.

Informó que hace una semana presentó la denuncia ante la Auditoría General del Estado para que realice una investigación porque el Ayuntamiento no es autoridad para fiscalizar.

Anunció que el lunes 28 de marzo, en una conferencia de prensa, dará a conocer en forma específica cuáles fueron las irregularidades y omisiones, cuyas observaciones se hicieron ante la Auditoría como parte del proceso de entrega-recepción.

Hossein Nabor afirmó que las consecuencias del déficit que enfrenta la administración municipal son de tal magnitud que, a manera de ejemplo, “tendríamos que cerrar el Ayuntamiento un año para poder pagar nuestras deudas”.

Explicó que el Ayuntamiento de Tixtla tiene un adeudo de 31 millones de pesos en laudos laborales, una cantidad similar al presupuesto que se recibe para gasto corriente, del Ramo 28, por 30 millones de pesos, y que se ocupa, como en casi todos los municipios, para pagar nómina y gastos operativos.

“Pero yo me gasto casi el 70 por ciento en nómina, porque las administraciones anteriores, a excepción de la administración del maestro Gustavo Alcaraz, todas dejaron trabajadores de base y cada tres años la nómina crece, las prestaciones de los trabajadores crecen, la lucha sindical va enfocada a que los beneficios crezcan y en consecuencia el problema financiero es muy grave”, agregó.

Subrayó que el problema se agrava ante la disyuntiva: “¿O pago la nómina o le doy servicio a la ciudadanía? De ninguna manera voy a equilibrar esto, porque lo que necesitamos es darle a la gente lo que necesita”, precisó.

Nabor Guillén indicó que actualmente el Ayuntamiento se encuentra en un proceso de liquidación de trabajadores extraordinarios, que dejaron las administraciones anteriores y que no son sindicalizados, conforme a derecho para que se pueda sanear la administración municipal y se mejore la prestación de servicios.