Expropiación petrolera

 

Por Chanssonier

 

“Voy a cantar un corrido

pa’ decirle a la nación,

ahora si el petróleo

es nuestro, ¡viva la Revolución”!.

 

La noche del 18 de marzo de 1938 la plaza de la constitución estaba totalmente llena; miles de personas la abarrotaban, sin conocer por qué habían sido convocados. En un momento determinado salió al balcón central del palacio nacional, el presidente de la república general Lázaro Cárdenas, quien en un breve mensaje dio a conocer que el gobierno que encabezaba, había determinado expropiar el petróleo, que hasta entonces estaba en manos de compañías estadounidenses y holandesas. La medida adoptada fue recibida por el pueblo con gran júbilo; el país entero conoció la determinación tomada, a través de las radiodifusoras.

Dos días después de este trascendental suceso histórico, mi profesora María de la Luz Frutos, de la planta docente de la escuela primaria “Ignacio Manuel Altamirano”, (ahora Primer Congreso de Anáhuac), nos llevó a recorrer las tres estaciones de gasolina existentes en la ciudad; primero estuvimos en la denominada “El Águila”, la cual estaba al sur de la alameda. El edificio fue demolido hace algunos años, levantándose en su lugar un centro de salud.

La gasolinería “Huasteca” se levantaba en la parte norte de la misma alameda; después de muchos años de haberse instalado en ese lugar, en su parte norte se creó la calle Eucaria Apreza, en tanto en el lado opuesto, están las instalaciones de la benemérita Cruz Roja; atrás de ésta funciona desde hace algunos años una tienda de conveniencia.

En donde confluyen las avenidas Guerrero y Juárez, final de la mancha urbana, estaba la gasolinera “El Gallito”, cuyo edificio fue demolido no hace muchos años, para construirse las instalaciones actuales. Después de aquél breve recorrido encabezados por nuestra profesora retornamos a la escuela, solo para recoger los útiles escolares.

Actualmente debido a la alta circulación vehicular, se han construido nuevas gasolineras por diversos rumbos de la ciudad.

 

Alumbrado eléctrico

Estático por muchos siglos, el siglo XIX se caracterizó por inventos y descubrimientos, los cuales dieron inicio a la revolución industrial. Chilpancingo una pequeña ciudad, que es capital del estado de Guerrero, fue la primera en ser electrificada; fue en el año de 1899 cuando el gobernador coronel Antonio Mercenario, compró una pequeña planta con la cual electrificó el centro de la población; el foco incandescente fue inventado en el año de 1879, siendo la ciudad de Nueva York la primera en ser iluminada. Fue el estadounidense Tomás Alva Edison su inventor.

Posteriores estudios en esta materia, permitieron utilizar el agua de los ríos para instalar plantas hidroeléctricas, las que han venido a substituir a las tradicionales, las cuales trabajan a base de petróleo.

Por cierto el primer pozo petrolero que entró en operación, estuvo en los Estados Unidos, siendo un científico de ese país de nombre Eldwin L. Draker, el primero en perforar un pozo, habiendo ocurrido esto en el año de 1858.

Se asegura que ante la acelerada explotación de los mantos petroleros, podían agotarse en cuestión de pocos años. Posiblemente para entonces tengo un sustituto.