* Juan Mendoza Tapia, dirigente de los transportistas, pidió a las autoridades garantizar la seguridad antes de que los mismos taxistas empiecen a defenderse

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— Los recientes ataques a cinco sitios de taxis en una semana en Acapulco, que han dejado saldos sangrientos, son producto del cobro de cuotas a los transportistas por parte del crimen organizado, denunció el dirigente de la Coordinadora de Transportistas Independientes del Estado de Guerrero (Cetig), Juan Mendoza Tapia.

“Sabemos que la inseguridad en Guerrero está a todo lo que da y en este sentido, el estado y las autoridades que trabajan en conjunto en el Grupo de Coordinación Guerrero, tienen que actuar en consecuencia”, señaló.

El domingo pasado, fue atacado a balazos un sitio de taxis afuera de la tienda Aurrerá y al día siguiente otros en las colonias Progreso,  Cumbres de Figueroa y Fraccionamiento Hornos, por lo que el dirigente transportista manifestó que es urgente detener estas acciones delictivas.

En total van cinco ataques a sitios de taxis y terminales de autobuses, con saldo de cinco personas muertas y seis heridas.

“Sabemos que este tipo de ataques se dan por el cobro de cuotas, ya sea por parte de los grupos delincuenciales que operan en la zona o por otros grupos que van entrando”, mencionó el líder de la Cetig.

Sobre cómo les afecta la situación de violencia, Mendoza Tapia dijo que los trabajadores del volante que prestan servicio en la periferia del municipio, han reducido sus horarios, pero los que trabajan en el área del centro, operan de manera normal.

“Creo que el gobierno debe actuar, antes de que los compañeros se empiecen a defender, porque no puede ser posible que con tantos elementos de seguridad recorriendo la costera Miguel Alemán, esté pasando esto”, reprochó.

El dirigente de la Cetig dijo que el gobernador Héctor Astudillo Flores ha declarado que la delincuencia es grande y no cuente con policías suficientes para reprimirlos, por lo que la única opción que están dejando las autoridades es que el pueblo se organice.

“El pueblo está cansado de vivir con temor y tener miedo de salir a la calle, por lo que no quedará otro camino más que nosotros como ciudadanos nos organicemos para cuidarnos nosotros mismos”, enfatizó.