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PASIVAS Y HASTA INSENSIBLES se han visto las autoridades encargadas de investigar e impartir justicia, en torno al aumento de asesinatos de mujeres en el estado de Guerrero.

Tan sólo en este fin de semana, tres mujeres fueron ultimadas en distintas regiones del estado de Guerrero y se suman a una larga lista de féminas muertas de forma por demás cruel y sanguinaria.

Entre sábado y domingo, una jovencita fue asesinada a balazos en la avenida Ruiz Cortines, esquina con la calle Alhelí de la colonia Frontera, en Acapulco, mientras que elementos del Ejército Mexicano encontraron el cuerpo de una mujer degollada en Petatlán y otra fémina más fue hallada sin vida en su vivienda en el barrio de La Finca, de la comunidad de San Juan Mina del municipio de Tlapehuala.

Cuando llegó a la Fiscalía General del Estado, el titular Xavier Olea Peláez ofreció que no habría impunidad en Guerrero, sin embargo, es precisamente lo que está sucediendo en el caso de tantas muertes de mujeres, que no son esclarecidas y a las que no se ha hecho justicia.

La parte oficial repite que los asesinatos son producto de la guerra entre bandas criminales y que si no hay denuncias de por medio (y no las hay por miedo) no investiga, además de que no tipifican esas muertes por su condición de género.

Lo más indignante es que ni siquiera existe una cifra oficial de las muertes de mujeres y aunque agrupaciones defensoras de los derechos de este sector la han solicitado a la Fiscalía, no han tenido ningún resultado.

En días pasados, diputados locales del PRI rechazaron enviar un exhorto a la Secretaría de Gobernación federal para que se decretara en el estado la alerta de género, ante el incremento de muertes violentas de mujeres.

Al respecto, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, de Movimiento Ciudadano, manifestó que solicitará que en Guerrero se decrete esta alerta, que es urgente, porque en los últimos meses las muertes violentas de mujeres han ido en aumento.

“Es grave la violencia contra las mujeres, los feminicidios; en los últimos días se han incrementado en exceso; ha habido una violencia inusitada, por eso quisimos tocar el tema”, dijo.

Sin embargo, el asunto sólo quedó en un llamado a las distintas fracciones del Congreso del Estado, ya que éste cuerpo legislativo no puede pedir la alerta de género, porque la ley dice que debe hacerlo un organismo internacional, de derechos humanos o una asociación civil.

Mientras tanto, más mujeres guerrerenses siguen expuestas a ser víctimas de violencia en sus diferentes expresiones, puesto que ninguna autoridad ni grupos civiles hacen nada para acabar con este reprobable flagelo.