Encabezan el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Héctor Astudillo homenaje a la bandera.— No sanará la herida hasta que se aclaren los hechos y se castigue a los responsables: Astudillo.—Iguala no puede quedar marcada por los trágicos acontecimientos: Peña Nieto
Enrique Vargas
Una conmemoración de la mayor relevancia se desarrolló ayer en Iguala, para conmemorar el 195 aniversario del nacimiento de la Bandera Nacional, confeccionada por un sastre en esta comunidad y que ahora tuvo un simbolismo especial, para destacar que los gobiernos de México y de Guerrero tienen muy presentes los hechos trágicos que se dieron en esta ciudad los días 26 y 27 de septiembre del año antepasado, cuando 46 estudiantes normalistas fueron victimados y desaparecidos por integrantes de la delincuencia organizada coludida con las autoridades municipales.
Todos los años se conmemora el 24 de febrero como el “Día de la Bandera”, pero en esta ocasión, la presencia del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, de los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial, tanto federales como estatales, de integrantes del gabinete presidencial, además del gobernador Héctor Astudillo y los secretarios y otros funcionarios locales, más la presencia del presidente municipal, Esteban Albarrán Mendoza, tuvo la intención de mandar un mensaje a la nación y al mundo de que las autoridades de México se ocupan a fondo de esos lamentables acontecimientos de que fueron objeto los alumnos de la normal de Ayotzinapa y que están determinadas a llegar hasta el final de la investigación, para dar con todos los que tuvieron responsabilidad en esos acontecimientos reprobados por los mexicanos y la comunidad internacional.
NO SANARÁ LA HERIDA HASTA QUE SE ESCLAREZCAN LOS HECHOS Y SE CASTIGUE A LOS RESPONSABLES: ASTUDILLO.— Fue el gobernador Héctor Astudillo quien dio la bienvenida a las autoridades federales, especialmente al presidente EPN, a quien le reconoció que es el titular del Poder Ejecutivo Federal que ha estado en el estado en más ocasiones, y que en todas ellas siempre ha sido generoso ante las necesidades de los guerrerenses que sufrieron también los embates de la naturaleza, en septiembre, de 2013, cuando los fenómenos meteorológicos causaron enormes daños a los guerrerenses, especialmente a Chilpancingo, capital del estado.
El gobernador Astudillo planteó que no se puede ignorar la profunda herida que significa para los mexicanos, pero en especial para los guerrerenses, la tragedia de Iguala, donde gente inocente perdió la vida, fue lesionada o desaparecida, como ocurrió con los 43 alumnos de Ayotzinapa, cuya búsqueda no se ha interrumpido desde el momento en que los delincuentes asociados con policías de esa ciudad se los llevaron.
Advirtió el mandatario estatal que: “En tanto no se esclarezcan los hechos a profundidad y se someta a la ley a todos los responsables, esta herida no habrá de sanar”.
El gobernador recordó al iniciar su intervención que fue en el Valle de Iguala donde se concertó el acuerdo entre los dos personajes que representaban la guerra que se libraba por alcanzar la independencia, como Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide, pero con grandes diferencias, porque el primero buscaba la conformación de la nueva nación independiente y el segundo maniobraba para quedarse con el poder.
Planteó que después de tantas luchas y esfuerzos, en los que el ahora estado de Guerrero tuvo una participación primordial, es el momento de reconocer que: “Esta es la hora de los guerrerenses, Es la hora de vencer nuestras atávicas ataduras y, de una vez por todas, dar pasos largos y sostenidos hacia la prosperidad”.
También hizo ver lo que se reconoce como una de las características de la gente de esta tierra: “Por rebelde, Guerrero ha sido un estado libertario y también, de difícil gobernabilidad, pero sin extraviar nunca nuestro pueblo, el sentido de la justicia para enfrentar los abusos del poder”.
Advirtió HAF que Guerrero no está postrado, que siempre y desde siempre ha estado de pie y no le abate la pobreza ni la tragedia, aunque hoy son otras las batallas que se libran.
Destacó especialmente el apoyo que el presidente Peña Nieto le ha dado a Guerrero, ahora con el programa “Un Guerrero incluyente y próspero”, que como política social ofrece alimentación, salud y empleo, tres de las necesidades básicas de la población.
Está claro que Guerrero con Héctor Astudillo realiza un gran esfuerzo para superar los problemas y colocarse en el camino de las realizaciones y el progreso, tarea en la que ha contado con todo el apoyo del gobierno federal del presidente Peña Nieto.
Hay que insistir y persistir en esa ruta, porque es la mayor posibilidad de lograr un avance real y más equitativo.
Los gobiernos estatal y federal están ahora en la mejor sintonía y esa es la gran posibilidad para superar los problemas y lograr un Guerrero mejor para todos.
IGUALA NO PUEDE QUEDAR MARCADA POR LOS TRÁGICOS ACONTECIMIENTOS: PEÑA NIETO.— La asistencia del presidente Enrique Peña Nieto le dio la mayor relevancia a la ceremonia conmemorativa de la confección de la Bandera Nacional, pero que también fue la confirmación del gobierno nacional de que la tragedia de Iguala está muy presente en las preocupaciones presidenciales y del gobierno del estado.
El homenaje a nuestra bandera fue el marco propicio para que el presidente EPN advirtiera en su intervención que “Iguala no debe quedar marcada por la tragedia”.
Dejó constancia el Ejecutivo federal que desde que se dieron esos hechos terribles el Estado Mexicano desplegó un amplio esfuerzo institucional para procurar justicia y llevar a cabo una “investigación profunda, transparente y abierta” de los “lamentables hechos” ocurridos en septiembre de 2014.
Incluso hizo ver que el compromiso del gobierno en este caso de Ayotzinapa se ha visto reflejado en la colaboración de instancias internacionales.
Le hizo ver a la gente del municipio y a los muchos invitados y representantes populares que “Iguala es un municipio emblemático y no puede quedar marcado por los trágicos acontecimientos” del 26 de septiembre.
Por eso, también demandó que la gente de Iguala debe ser conocida por su fortaleza, su calidez y firme carácter en favor de su comunidad.