* En los 15 centros de reclusión del estado hay casi 5 mil reos, pero sólo 4 cumplen con los criterios técnicos y físicos para ser considerados como tal, “los demás son cárceles municipales adaptadas”, reveló Hipólito Lugo Cortés

 

* La mayoría de los penales están sobrepoblados, y hablar de eso es hablar de hacinamiento y de violaciones a derechos humanos, “es hablar de focos rojos que pueden prenderse en cualquier momento”, advirtió

 

Jesús Saavedra/Fernando Hernández

 

En Guerrero se podría generar un escenario similar a lo que sucedió en el penal de Topo Chico en Nuevo León, si las autoridades no atienden el problema de sobrepoblación y hacinamiento que se registra en los 15 penales de la entidad, aseguró Hipólito Lugo Cortés, encargado de la oficina de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Guerrero.

“La mayoría de los reclusorios están sobrepoblados, y hablar de eso es hablar de hacinamiento, hablar de hacinamiento es hablar de violaciones a derechos humanos, es hablar de focos rojos que pueden prenderse en cualquier momento”, consideró.

Lugo Cortés trabajó en la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), donde elaboró un diagnóstico sobre la situación de los 15 penales de Guerrero, de los cuales solo cuatro cumplen con los criterios técnicos y físicos para ser reclusorios, y el resto se les catalogaría de “barandillas”.

El ahora funcionario de la CNDH dijo que los penales que sí cumplen las características como tal son los de Chilpancingo, Acapulco, Iguala y La Unión, “los demás son cárceles municipales adaptadas”, pero que en general hay una “situación de riesgo” en todos los centros de reclusión  de Guerrero, por lo que habría posibilidades de que se genere inestabilidad en alguno de ellos, pues hay casi 5 mil presos en las 15 cárceles del estado.

Recordó que en Guerrero ya ocurrieron situaciones de riesgo que incluso provocaron la muerte de presos tras un amotinamiento, como el caso del penal en Iguala, ocurrido el 2 de enero de 2014, en donde murieron nueve personas, entre ellas seis reclusos y tres custodios. Además, otros tres reclusos quienes tres días después fueron trasladados al penal de Acapulco, en donde murieron tras ser atacados a golpes.

Lugo Cortés indicó que de acuerdo al diagnóstico penitenciario de la CNDH, existen autogobiernos dentro de las cárceles de Guerrero “y eso debe evitarse, es por eso que cuando decimos que haya presencia de la autoridad y presencia de gobernabilidad, implica que no haya autogobiernos”.

Reiteró que “hablar de los reclusorios en Guerrero es hablar de un escenario crítico en materia de derechos humanos y precisamente necesita atención especial”, señaló Lugo Cortés.

Explicó que en la CNDH, la tercera visitaduría es encargada de la supervisión de los reclusorios en el país y es precisamente la que está tomando cartas en el asunto del penal de Topo Chico, en Nuevo León, y los lamentables acontecimientos donde perdieron la vida medio centenar de internos, aseguró.

Manifestó que en Guerrero “no se escapa a las lamentables situaciones que se viven en los reclusorios y lamentablemente prevalecen graves situaciones”, y consideró que las autoridades deben tomar cartas en el asunto de manera inmediata.

Explicó que en Guerrero “hay sobrepoblación, hacinamiento, privilegios en las cárceles, desatención de las autoridades, es preocupante y esperemos que se tomen cartas en el asunto para mejorar las condiciones de internamiento de los reclusorios y se mejore la infraestructura carcelaria”.

Por ello consideró que en Guerrero se debe de construir cuando menos “otros tres penales sobre todo en el ámbito federal” para poder disminuir los problemas concernientes a los 15 penales de la entidad, agregó.