* El gobernador afirmó que tiene “muy claro cuáles son los orígenes y lo que le da movimiento a esta violencia de los últimos tiempos”

 

Alondra García

 

El gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que del total de homicidios dolosos cometidos en los últimos meses en el estado, al menos el 98 por ciento fueron perpetrados por el crimen organizado.

En entrevista con Alejandro Cacho para Noticias MVS, el mandatario reconoció que el problema que más “detiene, lastima y exhibe” al estado es el de la violencia.

El periodista lo cuestionó sobre el alto número de asesinatos que se han perpetrado en Guerrero en los últimos meses.

“La mayoría de las personas que han muerto en los últimos meses están relacionados, (al menos) el 98 por ciento, con actitudes o acciones de bandas criminales”, detalló el gobernador.

Sin embargo, aclaró que no todas las víctimas estaban vinculadas con la delincuencia organizada y que en muchos casos se trató de personas inocentes.

“De las personas que han fallecido de manera violenta, sería muy irresponsable decir que todas tienen que ver o estaban relacionadas con las bandas delictivas. Yo creo que muchas han sido también gente inocente”, lamentó.

Astudillo Flores explicó que varias de las víctimas fueron asesinadas porque los criminales los relacionaron como “amigos, compadres o personas cercanas” de alguien vinculado con la delincuencia organizado. En algunos casos, dijo, fue únicamente porque vivían cerca.

El gobernador afirma que tiene “muy claro cuáles son los orígenes y lo que le da movimiento a esta violencia de los últimos tiempos”.

El motivo, asegura, es que Guerrero es un estado productor de marihuana y amapola. Esta última es utilizada para la elaboración de heroína.

“Eso está muy valorado y muy demandado, especialmente en un país tan importante como es Estados Unidos. No lo digo yo, así lo dicen los análisis”, explicó el mandatario.

Por ello, insistió en que “parte del problema de violencia” que atraviesa Guerrero es provocado por “la confrontación de la delincuencia”.

“Es derivado precisamente del control de la droga, de los estupefacientes, de los enervantes, todo eso y fundamentalmente del trasiego, desde la siembre, desde el cuidado cuando está la siembra, cuando sale (de los pueblos), cuando va a salir de Guerrero y cuando va a salir a otros lugares, especialmente al extranjero”, detalló.

Otra situación que complica aún más el escenario de violencia, reconoce, es el de la infiltración del crimen organizado en las autoridades y las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y en algunas regiones, dice, “hay un problema muy serio”.

Por ello, el gobernador argumentó que el estado de Guerrero necesitará, forzosamente, el apoyo del gobierno federal para superar el problema de la violencia

Asegura que su gobierno ya tiene “una ruta y estrategia clara” en el combate a la violencia, pero que será de la mano de la Federación.

“Sin la Federación, Guerrero seguramente sería un estado en absoluto caos. Si no estuviera la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina, la Policía Federal, este sería un estado en el que para la gente sería muy complicado realizar sus actividades normales”, advierte.

—En lo personal, ¿usted tiene miedo?, le preguntó el periodista al gobernador.

“No, estoy tranquilo, estoy muy ubicado. Sí me cuido, mi vida se ha modificado, trato de no ir a lugares públicos y trato de ser muy cuidadoso, especialmente con mi familia”, respondió Astudillo Flores quien, a diferencia del resto de la población, cuenta con una amplia escolta para su seguridad persona y se mueve en vehículos blindados.

Durante la entrevista, reconoció que en sus primeros 100 días como gobernador ha enfrentado “momentos difíciles que han requerido de mucha concentración y claridad”.

“Han sido días intensos, pero también se ha n logrado cosas importantes. Cuando recibimos el gobierno estaba paralizado, recibimos un estado lleno de conflictos y creo que se ha avanzado bien en el tema de la gobernabilidad”, presumió.

De acuerdo con el mandatario, los conflictos sociales que antes existían en Guerrero ya se resolvieron, puesto que ya no hay movilizaciones masivas y violentas, ayuntamientos tomados ni edificios incendiados, como ocurrió durante el gobierno de su predecesor, Rogelio Ortega Martínez.

“El conflicto político no es algo que nos ocupe hoy día. No hay conflictos políticos en Guerrero, no hay una situación de ingobernabilidad como la hubo”, insiste. Sin embargo, reconoce que el conflicto social fue sustituido por algo, quizá, más difícil de resolver: la violencia.

“Si no fuera por la violencia, hoy Guerrero transitaría ya casi en la salida hacia la normalidad, después de un año negro en medio de grandes conflictos”, se lamenta.

Por el origen de la violencia, advierte que la solución no llegará pronto. “No es un asunto de tres meses, ni de seis”, reconoce.

Y aunque su eslogan de campaña fue Orden y Paz, ésta última promesa quizá sea difícil de cumplir.

“Yo creo que el orden ha avanzado. La paz es independiente, porque es algo relacionado con la presencia de la delincuencia organizada”, argumenta Astudillo Flores.

Por el momento, explicó que su gobierno se enfocará en construir una policía propia, para cuando la Federación retire su apoyo a Guerrero, se pueda hacer frente al tema de seguridad como “un estado soberano”.

La intención para este año, detalló, es incorporar a 3 mil elementos en la Policía Estatal, debidamente capacitados y evaluados. El paso más difícil, reconoce, es que aprueben los exámenes de control de confianza, un paso en el que muchos no avanzan.